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SAN MIGUEL, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). A dos años del derrumbe de la cúpula del templo local, tras un temporal y pese a las promesas de los mandatarios Fernando Lugo, Federico Franco y sus respectivos ministros de Obras Públicas, parte de la estructura sigue apuntalada para evitar que se desplome.
Una tormenta que se produjo el 12 de octubre del 2010 ocasionó el derrumbe de una parte de la cúpula de la antigua iglesia, por lo que fue clausurada debido a que el techo estaba cediendo a causa del deterioro por el paso de los años y la falta de restauración. Luego, la Municipalidad con ayuda de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) realizó un trabajo de apuntalamiento del techo de la iglesia y de la cúpula. Además se colocó un cercado de aluminio para evitar el ingreso de las personas en el interior y de esa manera prevenir eventuales accidentes.
El intendente, Venancio Díaz Escobar (ANR), manifestó que ya se presentaron dos proyectos durante el gobierno de Fernando Lugo y más tarde ante el actual presidente, Federico Franco, para restaurar la antigua iglesia de San Miguel; ambos prometieron la reparación, pero nunca se cumplió.
“La restauración de la antigua iglesia, según los cálculos, demandará una inversión de G. 2.200 millones”, dijo.
Explicó además que el proyecto de restauración de la iglesia fue elaborado por técnicos italianos y que se entregó cuando era ministro de Obras Públicas Cecilio Pérez Bordón y luego ante el ministro Enrique Salyn Buzarquis, sin resultado positivo.
Agregó que también se conformó una comisión para ampliar el templo parroquial que se encuentra pegado a la antigua iglesia histórica.
“El propósito es ampliar nuestra iglesia y restaurar el patrimonio histórico que tenemos al costado”, expresó el intendente.
“Aguardamos que el nuevo gobierno de Horacio Cartes nos ayude a concretar el proyecto ejecutivo que actualmente se encuentra en el MOPC”, señaló Díaz.
La antigua iglesia de San Miguel fue construida durante la reducción de los jesuitas. El oratorio estaba cubierto de tejas y tenía cinco ventanas con rejas de madera y un retablo hecho de una mesa grande sobre una grada. En un nicho estaba la imagen de San Miguel Arcángel, patrono de la comunidad.
En el año 1852, el presidente Carlos Antonio López ordenó la ampliación del oratorio existente, y la colocación del retablo extraído de la iglesia de Loreto de Santa Rosa, pues la población estaba creciendo alrededor del templo.