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PIRAYÚ, departamento de Paraguarí (Aldo Lezcano, corresponsal). Uno de los dos pabellones del Campamento Cerro León podría desplomarse. Está ubicado a unos 8 kilómetros del centro urbano de esta ciudad, en medio de las estancias “Cerro León” y “Lilian”.
Parte del techo se observa arqueado y algunas paredes cuentan con grandes rajaduras. Algunos viejos horcones de madera ya no soportan el peso de la antigua estructura, que por ahora es sostenida con puntales.
De persistir la inacción de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), responsable del lugar, el campamento en breve tiempo podría desaparecer.
De acuerdo con los datos, en 1864 fueron construidos unos 40 pabellones que sirvieron de Cuartel General al Mariscal Francisco Solano López. Fue uno de los primeros del ejército paraguayo durante la Guerra de la Triple Alianza.
Era también utilizado como hospital y banco de sangre durante la contienda que enfrentó Paraguay contra Brasil, Argentina y Uruguay.
Los dos pabellones en pie cuentan con cuadras de tropas, sala de reunión, dormitorios del Mariscal Francisco Solano López y su pareja Alicia Lynch, sanidad y amplias galerías.
En su interior guardan proyectiles de cañón, imágenes históricas y de personalidades de diferentes épocas de la historia del Paraguay.
Desde 2009 reposa en una de las dependencias un ataúd de bronce que pertenece al Gral. José Eduvigis Díaz, así como trofeos de guerra.
El pabellón más pequeño fue restaurado en 2008 con recursos del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), pero las paredes presentan nuevos daños.
La directora de Patrimonio de la SNC, arquitecta Ana Rosa Lluis, dijo que no cuentan con proyectos concretos para la restauración de los pabellones, pero que en breve estarían desarrollando algunas acciones para proteger el campamento.
El intendente, Guido Gayoso (PLRA), señaló que la Comuna poco o nada puede hacer teniendo en cuenta que hasta para ingresar al predio es complicado, debido a que los accesos pertenecen a las estancias de la zona.
Estado de abandono
El campamento está asentado en un predio de seis hectáreas donadas por Tomás Romero Pereira, durante la época de la dictadura de Alfredo Stroessner. Se puede notar a simple vista el abandono por parte de las autoridades nacionales. Se ingresa al sitio por un camino de tierra de unos 7 kilómetros desde la ruta asfaltada que une Pirayú con Caacupé.
La vía cruza por establecimientos ganaderos. Cada cierto tramo el visitante debe abrir portones para seguir el viaje. Solo se puede ingresar al lugar histórico de martes a sábados, de 07:00 a 17:00, y los domingos de 07: 00 a 11:00.