El agua retenida en la parte subterránea resquebrajó el caminero situado sobre el muro frente a las ruinas de la iglesia San Carlos de Borromeo, bombardeada durante la Guerra contra la Triple Alianza (1865-1870). Explicó que tras la gran crecida de 1983, se construyó la defensa de madera que es una empalizada de dos metros y medio.
“El agua del río Paraguay llegó hasta la mitad de la empalizada y las continuas lluvias desde abril último están resquebrajando la tierra cerca de las ruinas”, dijo.
Añadió que la grieta que se abrió en el caminero a inicios de mayo, de 15 centímetros aumentó a 30 centímetros por efecto de las lluvias y las olas que golpean la tierra. Miranda señaló que también el cruce de barcazas hace que las olas lleguen con más fuerza a la costa donde están las ruinas.