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Los directivos anuncian que llegarán dos nuevos equipos.
La quimioterapia se debe hacer prácticamente de manera inmediata tras la indicación médica. Sin embargo, muchos esperan una a dos semanas.
A la espera se suma que el tratamiento en ocasiones no se puede hacer con la periodicidad establecida. Esto ocurre porque, debido a la falta de más recursos humanos, están habilitadas solo 18 camas de las 32 con que cuenta el centro asistencial.
El nosocomio urge la contratación de más personal de blanco, como 80 enfermeras, que son las que suministran medicamentos.
Para completar el tratamiento los pacientes deben realizarse radioterapia, pero la espera para acceder es de dos meses. Además, los enfermos están en riesgo de que en cualquier momento sufra avería técnica el único acelerador lineal que existe en funcionamiento a nivel público, ya que cada tanto presenta problemas y obliga a interrumpir el tratamiento de los cerca de 100 pacientes por al menos 15 días.
Con ello aumenta la lista de espera para el tratamiento.
Hace dos años fue adquirido un acelerador lineal (radioterapia). El equipo sigue sin ser instalado en el hospital porque la construcción del búnker –edificio donde se debe colocar para evitar irradiación– avanza a pasos de tortuga.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que haya un acelerador lineal por cada millón de habitantes. En nuestro país existen en funcionamiento cuatro, pero solo uno de ellos a nivel público porque el otro aún no se instaló.
Si dicho acelerador entraba a funcionar la lista de espera no iba a ser tan catastrófica, sobre todo porque esto afecta el resultado del tratamiento.