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CURUPAYTY, Dpto. de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). En contraste con el sacrificio de toda una generación de mártires, la sociedad actual no parece interesarse mucho de la recordación de sus valientes, muertos en la Guerra Grande. Muchos de estos hitos ubicados en el Ñeembucú se encuentran casi ocultos por la maleza, totalmente descuidados, con los carteles indicadores ilegibles por la herrumbre, cubiertos de bosta de animales.
Esa es también la imagen que damos a los que nos visitan desde el exterior. En varias oportunidades, delegaciones de autoridades y militares brasileños y argentinos se trasladaron a esos lugares para homenajear a sus caídos, encontrándose con la deprimente realidad, que desprestigia a nuestro país y sus gobernantes.
Vicenta Miranda, promotora cultural de Humaitá, es una de las encargadas de guiar a las delegaciones paraguayas y extranjeras que visitan los sitios históricos de este distrito. Dice valorar los homenajes que permanentemente rinden los extranjeros a sus compatriotas y a los soldados paraguayos caídos en la Guerra Grande, pero lamenta el panorama deprimente que se ofrece en los sitios.
Caminos deplorables, aguadas, baches e infinidad de portones para llegar a los altares de la patria (la mayoría de los monumentos están en terrenos privados). Los monumentos se encuentran abandonados, cubiertos por maleza, y los actos que se realizan en estos lugares se hacen entre las bostas de animales vacunos. Ni siquiera se levanta un cercado perimetral para evitar la entrada de animales.
Para Miranda, estos lugares deberían estar limpios y con la enseña patria flameando. “Somos motivo de críticas de los extranjeros y con justa razón. Ellos no se explican cómo los paraguayos pueden tener lugares tan sagrados de manera tan sucia y abandonada”, explicó.
El eterno reclamo
Vicenta Miranda repite lo que parece un clamor inaudible para las autoridades de todas las épocas.
“Nosotros merecemos tener acceso al desarrollo, sin caminos en buenas condiciones no se puede.
Clamamos a las autoridades nacionales por el asfaltado de los 40 kilómetros a Humaitá y los 20 restantes a Paso de Patria. Los del Ñeembucú merecemos caminos de todo tiempo”, expresó.
Recordó que tiempo atrás, la Secretaría de Turismo realizó una inversión importante para revitalizar el casco histórico de Humaitá, pero lamentablemente no fue acompañada por otras instituciones del Estado. Dijo que en estas condiciones, además de dar solo lástima a los visitantes extranjeros, no podemos pensar en desarrollar el turismo.
“Sin caminos asfaltados, los inversionistas no se van a interesar y lentamente nuestros lugares históricos irán desapareciendo”, advirtió.
Un tributo a los caídos
Militares del regimiento mecanizado de Infantería Nº 4 de Monte Caseros, Corrientes, Argentina, liderados por el Tte. Cnel. Alejandro Agogliase, el 26 de octubre último se trasladaron a Curupayty para homenajear a los caídos en la batalla de la Guerra Grande. Más de 40 personas integraron la delegación que debió realizar un viaje de diez horas, incluyendo los tortuosos caminos del Ñeembucú, para acceder a la zona de los enfrentamientos. En el lugar realizaron un acto en memoria de los caídos, incluyendo un oficio religioso y la instalación de una cruz, con una lápida, en la que se recuerda a los protagonistas de aquel sangriento suceso de la historia americana.