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La firma Campos Morombí, de los herederos del extinto Blas N. Riquelme, sostiene que el área boscosa afectada corresponde a la finca 259, de 1.155 hectáreas, y se encuentra dentro de la reserva considerada área protegida.
Durante un procedimiento realizado ayer, los fiscalizadores de la Seam, encabezados por Julio Mareco, hallaron dos planchadas donde estaban listos para ser llevados más de 500 rollos de madera de diversas especies, que fueron extraídos de la reserva privada cuyo dominio se atribuye la familia Riquelme.
Asimismo, hallaron dos tractores que habrían estado utilizando para derribar los añosos árboles.
Durante el allanamiento, los asesores legales de los que estaban extrayendo la madera se respaldaron en títulos de la finca 156 de 4.729 hectáreas, que estaría superpuesta a la finca 259, esta última dentro de la reserva privada Morombí.
Incluso, los depredadores exhibieron licencia ambiental expedida por la Seam y una constancia de habilitación del Instituto Forestal Nacional (Infona), que en teoría avala la irracional tala de plantas, contrariando la vigencia de la Ley 2425/04 “De Deforestación Cero” vigente hasta el año 2018 en nuestro país.
Las constancias expedidas por los dos órganos de aplicación ambiental y forestal, a más de la presunta escritura traslativa de dominio y un recurso amparo dictado por el juez Carlos Giménez, de Caaguazú, están siendo atacadas de nulas por los abogados de la firma Campos Morombí.