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Díaz relató que hace dos semanas notaron que la gradería comenzaba a caerse, por lo que decidieron clausurar su uso por seguridad de los alumnos. Finalmente, se desplomó completamente hace dos días.
“Se construyó mediante una iniciativa de los padres de alumnos. Lastimosamente, no se utilizaron los materiales adecuados”, refirió Díaz.
Ayer, el director de la institución presentó notas para solicitar ayuda a la Gobernación del Alto Paraná y la Municipalidad local, administradas por Justo Zacarías (ANR) y Sandra McLeod de Zacarías (ANR), respectivamente, a fin de reparar la estructura.
Ceferino Ocampos, presidente de la comisión de padres, relató que los padres habían aportado G. 100.000 por alumno para la construcción de la gradería. Dijo, además, que el encargado de la construcción fue un albañil que trabaja de forma independiente y no una empresa del rubro de construcciones. El costo fue de G. 28 millones, aproximadamente.
Agregó que están buscando contactar con el constructor para reclamar por el mal trabajo, pero que no tienen indicios de su paradero, pues habría viajado a Argentina para un tratamiento médico.
Además de la reparación de la gradería, la institución requiere la reforma de algunos pabellones viejos, pues tienen problemas del techo.
Por otro lado, ayer procuramos hablar con la jefa de Obras de la Municipalidad, arquitecta Beatriz Maidana, para preguntar sobre el pedido de Díaz. Pero nuestros intentos fueron inútiles.