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Tras el acto religioso se realizó la procesión de la imagen por las principales avenidas. La caravana llegó hasta la orilla del río Paraguay y culminó en el barrio Cándida Achucarro. Entre los asistentes estuvo el expresidente de la República, Federico Franco.
La recorrida náutica fue suspendida por la crecida del cauce hídrico.
Durante su homilía pidió a los fieles dejarse ungir por la Santísima Trinidad para renovar la sociedad.
Recordó que una de las grandes intervenciones de Dios en la salvación de la humanidad fue cuando liberó al pueblo de Israel de la esclavitud y la corrupción.
“Dios nunca abandonó a ese pueblo de Israel, cuando comenzaron las peleas en ese lugar que Él escogió. Como en cualquier sociedad existían maldad, corrupción. Allí el señor empieza a defender a los huérfanos, a los desprotegidos, porque se abusaba de ellos, como en nuestro tiempo. Se les robaba, manipulaba y humillaba. Pero allí estaba el Padre”, expresó el religioso.
Dijo también que Dios es amoroso y que no vino al mundo para condenar, sino para perdonar.
Instó a los fieles a liberarse de las ataduras del mal y convertirse en verdaderos hijos del Creador.
Igualmente, pidió seguir los ejemplos de San Antonio, que vivió profundamente la palabra de Dios y llevó la buena noticia en los países en los que también reinaban las desigualdades y la corrupción.
“Hoy cualquiera de nosotros, quienes se animan y se arman de coraje para anunciar el evangelio, tienen que saber que en nuestro tiempo no tendrán la libertad adecuada, porque la sociedad que hoy día está descreída, tratará de frenarlo”, culminó.