San Antonio en ruinas y su intendente busca “rekutu”

La ciudad de San Antonio, ubicada a 20 kilómetros de Asunción, se encuentra en total estado de abandono, con calles y avenidas con cráteres por doquier, basura y baldíos. Sin embargo, el intendente Raúl Mendoza (PLRA), del movimiento Sombrero Pirí, trabaja por su reelección. Las pocas mejoras que viene encarando son con fines electorales en busca de mantenerse en el cargo.

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SAN ANTONIO (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). Raúl Isaac Mendoza Ramos administra esta localidad desde diciembre de 2010 y, pese a mantenerla en ruinas, busca afanosamente su reelección.

Transitar por las avenidas principales como San Antonio, Cadete de Boquerón, Cándida Achucarro y Américo Ferreira es toda una odisea, debido a la gran cantidad de baches que, en algunos tramos, obliga a los conductores de vehículos a transitar en sentido contrario.

La arteria principal San Antonio une con el distrito de Villa Elisa (Defensores del Chaco) y Ypané (Acceso Sur). Se encuentra minada de pozos a lo largo de su extensión. En el referido municipio vecino el Ministerio de Obras Públicas realiza recapado.

Las calles barriales también muestran el total estado de abandono de parte de las autoridades; varias comunidades siguen sin contar siquiera con empedrado, pese a que existe una cantera de piedras municipal.

La avenida Mcal. López, que comunica con Ñemby, se encuentra intransitable hace cuatro años, y pese a los reiterados reclamos de los vecinos la administración de Mendoza nunca hizo caso, denunciaron los propios lugareños.

Los frentistas llegaron al MOPC en busca de una solución, porque en varios sectores el paso es imposible y es una vía muy importante.

La calle Boquerón, que conecta igualmente con el distrito de Ñemby, se encuentra en lamentable estado, con varios baches en su trayecto y la banquina completamente estropeada. Debido a esto los buses paran sobre la calzada para subir y bajar pasajeros.

Pésima recolección

A estos se suma la gran cantidad de basura acumulada en los diferentes barrios, debido al pésimo servicio de recolección, que se encuentra a cargo de la propia comuna. Los vecinos tiran sus desechos en los baldíos y al costado de las calles.

Debido a la desidia del jefe comunal proliferan los baldíos abandonados y sucios, que deterioran aún más la triste imagen de este distrito.

Desde el 2013 el intendente no presenta a la Junta Municipal el proyecto de presupuesto anual, maneja los recursos a su antojo y sin el mínimo control, violando así la Ley Orgánica Municipal. La mayoría de los ediles mantienen un silencio cómplice.

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