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CORONEL OVIEDO (Carlos Mariano Godoy, de nuestra redacción regional).El padre Pascual Jara, que tiene 69 años de edad y 42 años de sacerdocio, relató que el sábado 25 de mayo estaba haciendo confesión de parejas de novios, momento en que el padre Darío Britos estaba en reunión con coordinadores de la parroquia San Pedro. Cerca de las 10:00 escuchó que desde afuera alguien le estaba llamando en tono amenazante y que para su sorpresa se trataba de su colega.
Según relataron el sacerdote y algunos testigos, el padre Britos le exigió que salga afuera para arreglar la situación “como hombres”. Añadió que le advirtió que si no salía, él entraría a la pieza para solucionar el problema, que no le iba a perdonar “ni un milímetro” y que si se animaba que salga para dirimir la cuestión.
El padre Jara aseguró que desconoce el motivo del descontrol de su colega Britos. “Entonces, le dije al pa’i Britos que se calme y que después iba a salir para dialogar con él sobre el tema, pero él insistió con la amenaza y como que se trata de una persona que siempre está armada, yo interpreté que se trataba de una amenaza de muerte”, dijo.
El padre Jara dijo que jamás esperó una reacción de esa naturaleza de un sacerdote tan inteligente. Resaltó que son compañeros en la casa parroquial, donde diariamente comparten sus vidas de religiosos.
El padre Jara cree que el enojo de su colega fue por motivos económicos. Según relató, el párroco venía soportando varios cuestionamientos de los laicos del sector por pedir mucho dinero para hacer sus visitas. Además desde que llegó tuvo problemas con el Consejo Económico Parroquial por haber gastado mal el dinero de la organización.
Esa situación habría generado malestar dentro del consejo, lo que casi puso fin al funcionamiento del grupo encargado de las finanzas de la parroquia San Pedro.
Agregó que el mismo sábado –día de la amenaza– le llamó al obispo diocesano, monseñor Juan Bautista Gavilán. El prelado le prometió que lo visitaría en horas de la tarde, pero hasta ayer martes no cumplió su anuncio, dijo el Pbro. Jara.
“Desde el sábado estuve encerrado en mi pieza y ayer martes recién pude salir afuera por el hecho comentado. Monseñor Gavilán –como pastor– mantiene muy pocas relaciones humanas con sus sacerdotes, no le interesa la vida de los sacerdotes de su diócesis”, acotó.
Varios testigos del hecho aseguraron que el pa’i Darío siempre tuvo arma en su bolso o maletín.
Los familiares del padre Pascual Jara esperan que el obispo intervenga en esta cuestión. No descartaron la posibilidad de presentar una denuncia fiscal, teniendo en cuenta la gravedad del caso.
Niega versión
Intentamos hablar con el Pbro. Darío Britos, pero no lo ubicamos. Tampoco encontramos al obispo de la diócesis de Coronel Oviedo, Mons. Juan Bautista Gavilán.
Sin embargo, el párroco de la iglesia catedral Virgen del Rosario, Pbro. Diosnel Cuenca, en representación de la diócesis aseguró que “todo es mentira”.
No obstante, reconoció que el padre Darío le habló fuerte a su compañero, pa’i Jara, para hacer algunas correcciones como papá de la casa, “pero no hubo amenaza de muerte, ni mucho menos con arma de fuego”.