Reservas y parques, a merced de depredadores

El área de reserva para Parque Nacional San Rafael, ubicado en los departamentos de Itapúa y Caazapá, se encuentra a merced de los depredadores que talan añejos árboles nativos con el silencio cómplice de las autoridades, quienes tienen la responsabilidad de controlar y castigar los delitos cometidos contra la naturaleza. El Parque Nacional Caazapá tampoco se escapa a esa barbarie. Un monitoreo satelital de la organización ambientalista WWF muestra cifras alarmantes de la deforestación en la Región Oriental que forma parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná.

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El modus operandi de los deforestadores sigue siendo el de elaborar la madera mediante uso de motosierra en el mismo lugar donde derriban los árboles. Después transportan las tablas hasta un punto donde las cargan en camiones con destino a los centros de venta en la zona de Encarnación (Itapúa), San Juan Nepomuceno (Caazapá) y Caaguazú (Dpto. con el mismo nombre).

La zona preferida para el desalijo de las maderas aserradas desde el área de reserva del Parque San Rafael es el río Tebicuary.

Los delincuentes utilizan los caminos vecinales que bordean los distritos de San Juan Nepomuceno, las inmediaciones del asentamiento 11 de Mayo y Cavaju Kangue. Igualmente, en la zona del distrito 3 de Mayo, siendo el paso preferido la compañía Lima.

La operación de los depredadores es un “secreto a voces”, pero ante los efectivos policiales de la región, asignados a la comisaría de Dolores, Lima y 3 de Mayo, el tráfico de rollo pasa desapercibido.

De acuerdo a un estudio satelital de la organización ambientalista WWF, solo entre diciembre de 2013 y agosto de 2014 se deforestaron 509 hectáreas de áreas verdes que integran el Bosque Atlántico del Alto Paraná.

Visita fiscal

La visita realizada por el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, a la zona de área para Parque Nacional San Rafael, ocurrida en noviembre del año pasado, hasta el momento no arrojó resultado positivo.

Lejos de disminuir, los delitos ambientales fueron en aumento.

La presencia del fiscal general solo sirvió para buscar excusas para el traslado de la fiscala de Caazapá Karina Escurra, quien ejercía un constante control en la zona de la reserva. Fue sustituida por el fiscal Jalil Rachid.

Desde hace casi un año las incursiones del Ministerio Público hacia la reserva prácticamente terminaron.

Pobladores informaron que este fin de semana los aserraderos clandestinos trabajan a tiempo completo, debido a que se anuncia la presencia de la ministra de Ambiente, María Cristina Morales, para el próximo martes 7. Es por esto que desde el lunes, las “tareas” dentro de la reserva forestal tendrán una pausa.

Tratamos de hablar con el fiscal Rachid, pero no fue posible debido a que no se encontraba en su oficina.

acaballero@abc.com.py

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