Reclaman solución a su aislamiento

25 DE DICIEMBRE, San Pedro (Sergio Escobar Rober, corresponsal). Numerosas familias del barrio San José de la compañía Mboiy de este municipio quedaron separadas de un lado a otro del arroyo Tacuary, situado en el límite con el distrito de Unión, debido al desborde de aquel afluente. En consecuencia, niños y jóvenes no pueden asistir a clases, ya que unos quinientos metros del camino que llega al colegio Santa María, que queda hacia el lado del municipio colindante, están inundados. Una solución al problema sería rellenar el área baja con tierra y escombros y colocar tuberías de alcantarillado.

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Los pobladores comentaron que un total de 52 familias se encuentran afectadas por la crecida de las aguas del arroyo, por lo que solicitan la presencia de las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y de la municipalidad local para buscar la manera de dar una solución al grave inconveniente.

Una docente y vecina de la comunidad, Mirta González, advirtió del peligro que pasan los estudiantes para llegar a la institución educativa cada vez que sube el caudal del agua, principalmente en los días de lluvia. Criticó a los sucesivos gobiernos municipales que nunca hicieron nada para dar una solución definitiva al tema.

“Solo los vecinos que vivimos en esta parte de San Pedro sabemos el sacrificio que pasamos con cada crecida del cauce hídrico, porque nuestros representantes aparentemente nos están interesados de nuestro problema”, se quejó dicha educadora.

Otro lugareño, Víctor Valdovinos, manifestó que muchos entendidos en la materia recomendaron alzar el terreno de la zona baja y colocar varios alcantarillados para que el agua pueda correr sin inconvenientes cuando se produce alguna creciente del arroyo. Agregó que mientras no se hace un trabajo en forma, los pobladores seguirán sufriendo las consecuencias.

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