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PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). La balsa empezó sus operaciones en este lugar en el año 1991, con la presencia de los entonces presidentes de Argentina y Paraguay, Carlos Menem y Andrés Rodríguez, respectivamente. El propósito de la inauguración de este servicio fue integrar las poblaciones fronterizas y ser una avanzada en la construcción de la unión física a través de un puente entre el Ñeembucú y el nordeste argentino.
El cruce se realiza todos los días, dos veces en horas de la mañana y dos viajes por la tarde.
El servicio es tercerizado por la empresa brasileña San Martinho SA, representado por Antonio Carlos Guimaraes. La balsa, que ya tendría 100 años de funcionamiento, debería ser reemplazada por otra más moderna que garantice prestación continua y seguridad a los usuarios.
El motor de la embarcación sufrió la avería en días en que el concurso de la balsa era más demandado, ya que numerosas familias de la Argentina viajaban a nuestro país para asistir a los encuentros con el papa Francisco, que visitó Paraguay el 10, 11 y 12 de julio. También la crecida del río Paraguay afectó el lugar de atraque de la balsa en el lado argentino, por lo que debieron realizarse trabajos de adecuación en el sitio.
Igualmente, en los días de interrupción del servicio se pudo percibir la gran importancia que tiene para los habitantes de esta zona y que requieren de viajes al nordeste argentino, fundamentalmente para ser atendidos por problemas de salud en los hospitales de las provincias del Chaco, Corrientes y Formosa. Un chofer de la ambulancia de la Municipalidad de Pilar resaltó que los viajes son casi todos los días, considerando la gran demanda, fundamentalmente para trasladar pacientes al hospital Perrando, de Resistencia.
En el lado argentino está en etapa de culminación el asfaltado de una vía de 40 km que une el lugar de atraque de la balsa en Puerto Cano con la Ruta 11 de Formosa. Se espera que como contrapartida, las autoridades paraguayas renueven la balsa.