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De los 32 casos en total existentes, 22 de ellos (69%) corresponden a personas de la comunidad urbana Cayin o Clim de Neuland, de los cuales 19 pertenecen al sexo masculino y 3 al femenino, según el epidemiólogo de la Región Sanitaria de Boquerón Lic. Hugo Paredes.
Para la doctora Janina Benítez de la Unidad de Salud Familiar (USF) de Neuland, el gran número de casos detectados en Cayin o Clim es porque aquí se realiza el test rápido, que es gratuito y voluntario y porque los indígenas son más abiertos al test.
“Si cada USF o puesto de Salud realizara la cantidad de tests que nosotros hacemos, vamos a tener unos cuantos casos más. No se realiza el test como se tiene que realizar”, afirmó Benítez. De los 22 casos que hay en Cayin o Clim, 18 están en continuo tratamiento.
El vicelíder de dicha comunidad, Denoso Rodríguez, dijo que a muchos padres de familia no les preocupa que sus hijos salgan de noche a la calle.
Indicó que se reúnen cada 15 días en la comunidad para animar a los padres para controlar más a sus hijos. Afirmó que el VIH vino a la comunidad con “paraguayos” de Asunción y Concepción que trabajan en la zona. Una enfermera del lugar también apuntó en esta dirección, al señalar que el sida vino a esta comunidad “con el asfalto”, porque anteriormente los nivaclé no tenían el comportamiento que puede causar contagio.
Remarcó que la enfermedad se expandió en la zona también por la homosexualidad entre hombres, además de por el descontrolado alcoholismo y el rechazo del uso de preservativos. “Cuando en campañas de concienciación se habla de preservativos, ellos solo se ríen, no los usan”, refirió.
De los 32 casos en Boquerón, en los últimos dos años fallecieron tres mujeres y un hombre. El Lic. Paredes dijo que esas víctimas habían tardado mucho en hacerse el test, y que un tratamiento temprano puede prolongar la vida 10 a 15 años más. Pero más vale llevar una vida responsable, indicó.