Cargando...
AREGUÁ (Arnaldo Espínola, corresponsal). El matadero de reses de Crispiniano Bonet González fue clausurado en marzo de este año por la Municipalidad por operar sin permiso. Pero hace unos días, a través de la Resolución 76/16, la Junta Municipal aprobó la habilitación de ese local por recomendación de la Secretaría del Ambiente (Seam), según el propietario.
Uno de los vecinos, Francisco Tande, dijo estar sorprendido por la rehabilitación otorgada a la firma “San Miguel”, teniendo en cuenta que hace poco fueron suspendidas sus actividades debido a la denuncia promovida por la comisión vecinal “Por un Ambiente Saludable”, que está integrada por su madre y otras personas, explicó.
Manifestó que está preocupado porque en marzo último su madre sufrió un accidente cerebrovascular a causa de una discusión con otros pobladores por el conflicto existente por el olor nauseabundo que despiden los desechos que hay en la faenadora de bovinos.
Luego Tande reconoció que después de la intervención de la Municipalidad y de la Seam, el local prácticamente dejó de expedir los fuertes olores que habían generado las denuncias. No obstante, dijo que al intendente Denis Torres (ANR) y a los concejales no les importa la contaminación del lago Ypacaraí, por lo cual los vecinos estarán vigilando el trabajo de la matadería e iniciarán otra movilización en caso de volver las molestias.
Por su parte, Crispiniano Bonet González dijo que su empresa cumple con todos los requerimientos de la Seam y calificó como persecución la queja vecinal. Sostuvo que su establecimiento cuenta con una de las más modernas plantas de tratamiento de desechos, acorde a lo exigido por la Seam.