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Los esposos Claire Nalley y Richard Nalley, en una visita realizada al país el año pasado, notaron la necesidad de contar con un lugar para albergar a los niños que reciben tratamiento en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), y no solo a ellos, sino a sus familias, atendiendo que la mayoría proviene de distritos lejanos del país, son de escasos recursos y no tienen dónde alojarse.
La presidenta de la organización no gubernamental “Manitos”, Claire Nalley, manifestó que el albergue es un sueño largamente acariciado. “Mi hija siempre estuvo rodeada de mucho amor de las paraguayas Betty Oviedo y Mari Martínez.
Un año después del fallecimiento de nuestra hija, que me rompió el corazón, decidimos devolver ese amor a Paraguay. No somos personas de fondos ilimitados, pero buscamos la forma de ayudar y elegimos al Instituto Nacional del Cáncer”, expresó la fundadora de la posada.
Por su parte, Richard Nalley, padre de la niña, dijo que a pesar del desafío que les tocó vivir ante la enfermedad y pérdida de su pequeña, lo mejor es poder ayudar a las personas más vulnerables. “Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. No pensamos jamás que la muerte de Emily nos traería hasta acá para hacer esto posible. Gracias”, expresó Richard.
Emily, a su corta edad, fue atendida por las paraguayas Betty Oviedo y Mari Martínez, quienes trabajaron como niñeras con la familia de Claire y Richard Nalley, en Estados Unidos, por varios años.
La niña se apegó a estas compatriotas y llegó a conocer la comida paraguaya, a hinchar por la Albirroja, a tomar tereré e incluso a pronunciar palabras en guaraní.
En agradecimiento a la buena atención brindadas por las compatriotas, la pareja americana, decidió fundar en el país, lo que hoy es la Posada Emily, inaugurada el lunes último.
“Es un lugar hermoso y amoroso, que ofrece seguridad y dignidad. Uno puede sentirse como en casa”; de esta manera calificó Claire Nalley el nuevo albergue totalmente gratuito. El lugar, ubicado en un predio contiguo al hospital, sobre el ramal de la Ruta II Capiatá-Areguá, cuenta con ocho habitaciones equipadas para un p aciente y un familiar.