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"La población de guanacos debería tener serios problemas de endogamia, haciéndola no viable en el tiempo, lo que hace presuponer que el plan tiene serias falencias científicas", dice Fabio Lucantonio.
El funcionario cuestiona también que la zona sea área de recarga para el acuífero Yrenda, según resultado presentado por los consultores de la Seam, "porque el propio consultor del proyecto Dr. Fernando Larrosa (hidrogeólogo) desmintió categóricamente que el parque sirva para recarga del acuífero, ya que en la zona precipitan un promedio de 500 mm de lluvias y evapora 1.500 mm, por lo que hay un gran déficit hídrico. La recarga se realiza, por tanto, en la zona de la precordillera andina y el valle del río Parapeti en Bolivia".
Por otro lado, Lucantonio salió al paso de lo expresado por la licenciada Mirtha Medina, directora de Biodiversidad de la Seam, alegando que no existe ni un solo artículo que prohíba la actividad de hidrocarburos en áreas protegidas. Recordó que la empresa Primo Cano SA cuenta con una concesión desde 1983 (Ley Nº 1028), que continúa vigente, y la Ley Nº 779/95 de Hidrocarburos declara la actividad de prospección, exploración y explotación de hidrocarburos de utilidad pública.
La semana pasada Medina dijo a este diario que la actividad de hidrocarburos en el Parque Nacional Médanos del Chaco no condice con la Ley 352/94, pero de igual manera fue autorizada por el Poder Ejecutivo. Explicó que el parque fue zonificado y solo en una de estas franjas (zona de servicios) sería admisible la actividad hidrocarborífera.
"Existe un pedido del Ejecutivo de que se compatibilice la Ley 352 con la concesión otorgada por el Viceministerio de Minas y Energía, pero en las condiciones actuales de esta ley tampoco se le puede permitir este tipo de actividades dentro del parque por más que tenga una concesión", adujo la funcionaria.