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Munidos de baldes, jarras y otros recipientes, los usuarios dejaron sus casas para salir a protestar por el padecimiento que sufren a diario. El reclamo ya es de larga data, lleva 15 años. Cada vez se agudiza más porque la población creció en número, pero la empresa no invirtió en la ampliación de la red y sus instalaciones para hacer frente a la demanda, de acuerdo a las quejas.
Ante la falta de repuesta del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan), los vecinos pidieron la intermediación de concejales y del intendente Luis Fernando González (ANR) para solucionar el problema.
Al respecto el encargado de la aguatera, Modesto Centurión, atribuyó el problema a cortes continuos de energía eléctrica. Dijo que tienen entre 600 y 700 usuarios, muchos de los cuales no tienen medidores.