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No sabemos realmente cuál de las curtiembres es la que tira sus desechos, porque el olor proviene desde lejos y el color negro del agua se nota desde el barrio Mbocayaty, y ya no podemos vivir en estas condiciones, expresó Alberto Ledesma, presidente de la comisión vecinal.
Agregó que las industrias de la zona normalmente aprovechan la oscuridad de la noche o la madrugada para depositar sus desechos al agua y muchas veces los residuos de pieles quedan estancados y produce el olor nauseabundo.
Por su parte, Erica Morales comentó que en los últimos días por el fuerte viento el mal olor invadió las casas y los niños no podían comer. Los pobladores urgen a las autoridades que solucionen el problema que data de varios años atrás.
Esto es insoportable y es lamentable ver a niños jugando en el arroyo, lejos de imaginarse el peligro que corren, porque el mismo está totalmente contaminado. Ni para lavar ropas sirve el agua; esperamos que las autoridades se ocupen del tema, expresó.
La directora de Salubridad de la Municipalidad, Lucila Mendoza, visitó el lugar y tomó muestras del agua y ahora los afectados esperan una respuesta. Muchos aprovechan la contaminación del cauce para tirar sus basuras como sus desechos cloacales al arroyo que desemboca en el río Paraguay.