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Los habitantes del distrito de San Lázaro –cuyo centro urbano es Vallemí– serán los más beneficiados con la culminación de la obra. Indicaron que están preocupados ante la falta de cumplimiento de la promesa realizada por el vicepresidente de la República, Juan Afara, y el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona.
En los últimos días de la semana pasada se registraron lluvias importantes en el primer departamento, lo que dejó caminos intransitables.
Las constructoras
Las obras del Tramo I fueron adjudicadas al Consorcio Tagatiyá, integrado por la empresa argentina CCI y las firmas paraguayas Edivisa (Emilio Díaz de Vivar), Viviendas Paraguayas (Óscar Rubiani) y Chávez Haussman Construcciones (Miguel Ángel Chávez).
El tramo II está a cargo de la empresa Topografía & Caminos (T&C), mientras el tramo III fue concedido a Benito Roggio e Hijos.
El primer sector, de 51 km arranca en Concepción y tiene un costo de G. 134.889 millones. El segundo tramo, de 60 kilómetros, costará G. 167.500 millones, y el tercero que llega a Vallemí, de 58 kilómetros, G. 147.208 millones.
El gobernador, Urbieta Cáceres, señaló que pidió informes sobre el reinicio de los trabajos en los dos primeros tramos de la ruta, pero no se ha podido llegar a la zona de obras. “Tengo el informes sobre el reinicio de los trabajos en dos tramos, pero el tercer tramo aún no se ha reiniciado”, indicó.
Dijo que en la tercera sección de la obra se observan fallas en ciertas partes del tramo, especialmente en el suelo, hecho que obliga al rediseño de los trabajos.
La ruta tiene una extensión de 171 kilómetros. En algunos sectores las empresas viales tropiezan con el inconveniente de la falta de la liberación de la franja de dominio, que el MOPC debe solucionar con los propietarios de los inmuebles afectados por el trazado.