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CERRITO, Dpto. de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Lo habitual es que se pague a los constructores un 30 por ciento del valor total de la obra, pero Caraguatay SA pretende entregarles un ínfimo monto, denunciaron. Explicaron que la empresa cobrará por cada unidad habitacional G. 140 millones, pero propone pagar G. 12,8 millones por cada casa terminada, 101 en total.
El constructor e integrante del Sindicato de Constructores del Ñeembucú, Melanio Romero, resaltó que además del pago irrisorio que ofrece la empresa, ninguna seguridad brinda a los trabajadores. “Nosotros no estamos en contra de la obra, pero queremos un pago justo y que se contrate mano de obra local, dijo.
Añadió que hasta el momento existen 150 personas anotadas, interesadas en trabajar en la construcción. Afirmó que sería muy interesante que se llegue a un acuerdo que permita iniciar cuanto antes la obra, considerando que se está en época de veda pesquera y eso permitiría suplir el ingreso que habitualmente tienen las familias por la venta de pescados.
El ingeniero Aníbal Riveros, representante técnico de la empresa Caraguatay SA, eludió responder respecto a la queja de la escasa suma que se ofrece pagar a los albañiles. Sí indicó que están realizando ya la construcción de un campamento con baños y duchas para los obreros y que acercarán al lugar los elementos de seguridad, luego de lo cual se iniciará la edificación.
Resaltó que ya fueron instaladas las conexiones de energía de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y de agua potable.
La empresa Caraguatay SA fue adjudicada por la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat para construir 101 viviendas. El complejo habitacional será instalado en un terreno de 10 hectáreas y contará con los servicios de agua potable y sistema eléctrico de media y baja tensión.
Asimismo, la firma hará calles con suelo cemento, canales de desagüe a cielo abierto y veredas y ampliará la planta de tratamiento de agua existente para la provisión a las familias.
La obra tendrá un costo de G. 14.200 millones, financiada por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).