Pescadores matan un mbói jagua, que está en peligro de extinción

Pescadores de San Pedro de Ycuamandyyú mataron a tiros una anaconda de casi cinco metros en una naciente de agua. Los pobladores dicen que fueron atacados por el reptil, por lo que tuvieron que matarlo, en tanto que la Fiscalía Ambiental anunció que investigará el caso porque se trata de una especie en vías de extinción.

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SAN PEDRO DE YCUAMANDYYÚ (Omar Acosta, corresponsal).Menelio Báez, poblador del asentamiento Virgen de Fátima de esta ciudad, comentó que en compañía de sus vecinos Nelson López, Julián Solís, Lorena López y Raúl Centurión se dirigieron a unos 2 kilómetros del lugar para pescar en la naciente conocida como Ykua Amba’y, que desemboca en el río Aguaraymi. Al llegar al cauce, se encontraron con que dos mbói jagua intentaron atacarlos, por lo que, según sus expresiones, se vieron obligados a matar uno de ellos.

Según Báez, al llegar observaron a los reptiles en lo que consideraron era el apareamiento –aunque científicamente esto se da entre los meses de abril y mayo en aguas profundas– y al percatarse de la presencia de ellos, uno de los animales se sumergió en el agua y el otro se dirigió hacia el grupo. “No sabemos que pasó del que entró bajo el agua. Nelson (López) estaba en la orilla, y como se dirigía hacia él, comenzó a gritar. Yo tenía en mi mano una escopeta, y al ver que venía directo para atacarle, de inmediato disparé, desde unos 10 metros el primer tiro, luego efectúe el segundo tiro, y cuando ya estaba muy cerca, a tan solo unos tres metros, disparé el tercer tiro”, relató.

El reptil mide 4,70 metros de largo y pesa cerca de 100 kilogramos, según se pudo comprobar ayer.
Los tres tiros impactaron en el reptil, que luego ataron con un alambre y trasladaron hasta su casa. Los pescadores comunicaron el hecho a la Policía Nacional y a la Fiscalía Ambiental.

Los pobladores dicen que se trata de un mbói jagua, ya que no es la primera vez que se observa en la zona.

Al museo

El agente fiscal Carlomagno II Alvarenga fue hasta el lugar y abrió la investigación a los involucrados, ya que se trata de una especie en vías de extinción, y dispuso el traslado al museo de historia natural para su estudio, disecación y posterior exhibición. Adelantó que, según biólogos que observaron la fotografía, se trataría de una anaconda.

Ayer consultamos a la técnica ambiental Andrea Ferreira, quien aseguró que, pese a su tamaño, se trata de un animal inofensivo, por lo que probablemente los pescadores hayan intentado intimidarlo, lo que motivó su reacción.

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