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EUSEBIO AYALA Dpto. De Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La declaración testifical del periodista e historiador Luis Verón, que duró varias horas, se realizó en el marco del expediente abierto con base en la demanda del ciudadano Ramón Esteche. El denunciante puso a conocimiento del entonces fiscal general del Estado, Rubén Candia Amarilla, publicaciones del diario ABC Color del 22, 23, 24 y 25 de julio y las del 1° y 3 de agosto de 2011.
Las publicaciones se relacionan con los daños causados a los retablos de las iglesias de Piribebuy y Caraguatay por la intervención del arquitecto Luis Pereira Javaloyes.
La fiscala Sofía Jiménez Rolón, en agosto de 2011, fue designada por Candia Amarilla para investigar el caso. La funcionaria indicó que llamó a declarar a Verón teniendo en cuenta que la denuncia realizada por Ramón Esteche se basó en las ya citadas publicaciones del diario ABC Color sobre el caso de ambas reliquias religiosas e históricas por el citado profesional.
Agregó que cuenta además con varios documentos en la carpeta fiscal referentes al tema, como el informe de peritos españoles. En ese sentido, la fiscala explicó que es necesario realizar un nuevo peritaje en el marco del proceso.
Complejo
La fiscala Sofía Jiménez calificó el caso de muy complejo, pero no imposible de resolver.
Expresó además que libró oficio a varias instituciones y personas que estuvieron involucradas en el proyecto de restauración de los templos de Piribebuy y Caraguatay. Ambos templos son reliquias que datan de la época de la evangelización franciscana, con un valor histórico religioso incalculable.
Mencionó que también fue llamado a declarar el exintendente de Piribebuy Meneleo Rivas (PLRA). Añadió que el actual jefe comunal, Cayo González (ANR), explicó que los trabajos de restauración se realizaron durante la administración de su antecesor liberal y que en la Municipalidad no obran documentos sobre el procedimiento.
La primera denuncia
En un artículo publicado en la revista dominical de ABC Color el 19 de setiembre de 1999, con el título “¡¡¡Qué barbaridad!!! Consumatum Est”, Luis Verón denunció el daño irreversible que causó el Arq. Luis Pereira Javaloyes a los retablos de las iglesias de Piribebuy y Caraguatay. A raíz de la publicación, Verón fue demandado por el restaurador.
Para los trabajos en el templo de Caraguatay, el Estado desembolsó G. 25 millones y los pobladores completaron la suma exigida por Pereira Javaloyes con trabajos comunitarios como “polladas”, rifas, actos artísticos y otras actividades. También se contó con la contribución monetaria de los compueblanos residentes en los Estados Unidos.