Penuria de dos ancianos indigentes que viven en la soledad en Cerrito

Un par de ancianos que residen en la lejana compañía de Tacuruty del distrito de Cerrito sobreviven en una penosa situación de miseria y aquejados desde hace años de enfermedades que los mantienen postrados y con permanentes molestias. Sin la protección de sus familiares, subsisten a duras penas mediante la solidaridad de los vecinos.

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CERRITO, Dpto. de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Los ancianos son Tomás Figueredo (más de 80 años) y Concepción Coronel (89). Viven en esta ciudad, distante unos 150 kilómetros de la capital departamental, Pilar, en un destartalado rancho de paredes de estaqueo y techo de paja, que apenas se sostiene. Un sobrino sordomudo de don Tomás hace de cocinero y se encarga de otras tareas domésticas.

Los únicos recursos que disponen provienen del subsidio a la tercera edad que recibe don Tomás Figueredo, quien vive gimiendo de dolor. Una de sus piernas muestra llagas que llevan mucho tiempo sin curar y sus precarias condiciones de vida dan poca esperanza de una recuperación.

Su compañero de penurias es Concepción Coronel, ciego. Él no recibe la pensión por ser indocumentado.

Roque Ruiz, una de las personas que habitualmente socorren a sus desvalidos vecinos, dijo que esperan que las autoridades sanitarias los trasladen al Hospital de Pilar u otro centro asistencial que cuente con especialistas.

“No se puede dejar que estos seres humanos terminen aquí, como animales. Por lo menos pedimos que los internen para que puedan tener una muerte digna”, expresó.

Urgen atención

El doctor Jorge Vázquez, de la unidad de Atención Primaria a la Salud (APS) de Cerrito, señaló que los ancianos son asistidos por la dependencia ministerial. Lamentó que no tengan familiares que se hagan cargo de ellos.

“Se encuentran en una situación de total soledad, ni siquiera tienen quien les suministre el medicamento como se les indica”, señaló.

Lamentó que en su última visita encontró que los comprimidos que había recetado a los ancianos estaban intactos, lo que hace muy difícil la recuperación de sus dolencias.

Explicó que en el caso de don Tomás, que presenta un cuadro más grave, debe estar en una sala aislada, ya que está con afección producida por un virus y que es muy contagiosa. Indicó que se ha solicitado su traslado al Hospital de Pilar, considerando que el centro asistencial de Cerrito no cuenta con las instalaciones adecuadas para atender un caso de esta complejidad.

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