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LUQUE (Arnaldo Espínola, corresponsal).- Jorge Matto, poblador de la compañía Itapuamí de esta ciudad, diariamente se instala sobre la angosta ruta “General Aquino” y con una pala procede a tapar con arena los buracos del asfaltado, mientras miles de automovilistas circulan dificultosamente sobre la vía. El ciudadano instaló improvisados conos para moverse peligrosamente entre los miles de vehículos que cruzan presurosos en ese sector.
Ayer se ubicó en el barrio Ñu Guasu en una zona donde la ruta y la banquina quedaron destrozadas tras las últimas lluvias.
Matto actúa como un “peajero”, aunque el pago de los conductores es voluntario y él no entrega comprobantes. En la peligrosa tarea que realiza en medio de los vehículos le ayuda uno de sus hijos menores.
Matto indicó que recauda hasta G. 500.000 por día. Comentó que en lo que transcurrió de esta semana le fue tan bien que logró terminar la construcción de su casa en Itapuamí, donde se mudó con su familia gracias al dinero obtenido cerrando baches en la ruta. El mantenimiento de la vía es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), pero las reparaciones que realiza la cartera de Estado duran hasta que se registra una lluvia torrencial.
Matto comentó que en una motocicleta hace “reconocimiento” de las rutas que se encuentran en mal estado para luego iniciar sus actividades.
Explicó que hace 17 años se dedica a esta peligrosa actividad. “Pongo señalizaciones en medio de la ruta para evitar que los vehículos me atropellen, porque es peligro estar en medio de la calzada”, dijo.
Se quejó de que ahora lo están “persiguiendo” los agentes de la Patrulla Caminera, que le obligan a salir de la ruta y le tiran sus “conos” a un costado del camino.