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El líder de la comunidad Paraíso, Florentino Calderón, dijo que si la construcción de los techos al lado de las casas de cada habitante se hubiera realizado, podrían haber cosechado agua de la lluvia registrada hace dos semanas. Lamentó que el tanque australiano, que debería servir para distribuir agua por gravedad a las aldeas, tenga una grieta por donde pierde agua.
El tajamar de la comunidad -compuesta por 81 familias- está seco. La aldea cuenta con un pozo profundo que tiene reserva del vital líquido, pero no saben hasta cuándo durará.
Para este proyecto, licitado en 2011, el Senasa presupuestó G. 980 millones, financiados con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). El contratista, Ing. Julio Galiano Morán, dijo que las tareas fueron paralizadas porque los responsables del Senasa no verifican las obras para poder liberar los certificados de trabajo.
Señaló que tiene certificados no pagados por el Senasa por casi G. 1.600 millones, incluyendo obras en la comunidad Ko’ê Pyahu, de Laguna Negra, donde fue adjudicado con la construcción de 62 aljibes con techo, pero solo se terminaron 13 por falta de pago.
En cuanto a la reparación del tanque australiano en Paraíso, indicó que hay una propuesta que el Senasa aún no respondió porque también debe verificar.
“Nosotros hicimos la obra tal cual estaba en el proyecto. Lastimosamente tiene problemas y tenemos que buscar juntos (con Senasa) una solución”, afirmó Galiano Morán.
El ingeniero Jorge Molinas, asesor técnico de la Dirección General del Senasa, anunció que la próxima semana dos fiscalizadores de la institución verificarán las obras de las comunidades Paraíso y Ko’ê Pyahu para poder elaborar un informe. Con base en el reporte se realizarán las correcciones necesarias, indicó el funcionario.