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El Paraguay fue retirado del banquillo de los acusados en cuanto al trabajo forzoso, el pasado 6 de junio, durante la última asamblea de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), en Ginebra. Según el viceministro de Trabajo, Raúl Mongelós, es un voto de confianza por emprender acciones contra situaciones presentadas en el Chaco.
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El Paraguay compartía con otros 24 países del mundo la acusación de la existencia de trabajo forzoso, según la OIT. El retiro de la "lista negra" se produjo tras la presentación de un informe de gestión del Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT) sobre las últimas acciones emprendidas en el Chaco, como la instalación de una oficina regional, dos operativos de inspección y campaña de capacitación.
El viceministro de Trabajo, Raúl Mongelós, aclaró que el retiro del país de la lista negra no significa que no haya más trabajo forzoso, sino es un reconocimiento de los avances y la voluntad política demostrada para erradicarlo.
Adelantó que las acciones seguirán y se esperan más asesores extranjeros en esa lucha.
Para el MJT, el retiro del país de la lista negra de la OIT despeja también riesgos sobre la exportación de la carne, por la mala imagen que podría proyectar Paraguay al mundo.
El viceministro recordó que en operativos realizados dos meses atrás, se constataron incumplimientos del pago del salario mínimo, insalubridad en viviendas de empleados y falta de inscripción de empresas en el Registro Patronal.
En el Chaco Central existe la convicción de que el sector cooperativo cumple ampliamente con las normas laborales, pero podría haber infracciones en algunos establecimientos ganaderos particulares.
En el contexto del informe de la OIT, los oficiales del Foro Permanente de las Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas, visitaron en mayo pasado el Chaco, por pedido expreso del Presidente Fernando Lugo.
La delegación afirmó que los indígenas del Chaco sobreviven en esclavitud. Agregó que la inacción de gobiernos anteriores hizo que organizaciones no gubernamentales e iglesias brindaran servicios con la condición de que los aborígenes se conviertan al cristianismo. Este informe fue rechazado por las autoridades locales.
Los informes alarmaron también a la Embajada de los EE.UU. en nuestro país, que envió un emisario al Chaco, encontrando una realidad diferente de lo denunciado, según dijo el gobernador de Boquerón, Walter Stoeckl.
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El Paraguay compartía con otros 24 países del mundo la acusación de la existencia de trabajo forzoso, según la OIT. El retiro de la "lista negra" se produjo tras la presentación de un informe de gestión del Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT) sobre las últimas acciones emprendidas en el Chaco, como la instalación de una oficina regional, dos operativos de inspección y campaña de capacitación.
El viceministro de Trabajo, Raúl Mongelós, aclaró que el retiro del país de la lista negra no significa que no haya más trabajo forzoso, sino es un reconocimiento de los avances y la voluntad política demostrada para erradicarlo.
Adelantó que las acciones seguirán y se esperan más asesores extranjeros en esa lucha.
Para el MJT, el retiro del país de la lista negra de la OIT despeja también riesgos sobre la exportación de la carne, por la mala imagen que podría proyectar Paraguay al mundo.
El viceministro recordó que en operativos realizados dos meses atrás, se constataron incumplimientos del pago del salario mínimo, insalubridad en viviendas de empleados y falta de inscripción de empresas en el Registro Patronal.
En el Chaco Central existe la convicción de que el sector cooperativo cumple ampliamente con las normas laborales, pero podría haber infracciones en algunos establecimientos ganaderos particulares.
En el contexto del informe de la OIT, los oficiales del Foro Permanente de las Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas, visitaron en mayo pasado el Chaco, por pedido expreso del Presidente Fernando Lugo.
La delegación afirmó que los indígenas del Chaco sobreviven en esclavitud. Agregó que la inacción de gobiernos anteriores hizo que organizaciones no gubernamentales e iglesias brindaran servicios con la condición de que los aborígenes se conviertan al cristianismo. Este informe fue rechazado por las autoridades locales.
Los informes alarmaron también a la Embajada de los EE.UU. en nuestro país, que envió un emisario al Chaco, encontrando una realidad diferente de lo denunciado, según dijo el gobernador de Boquerón, Walter Stoeckl.