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Poco después de haber sido ordenado sacerdote, ya estaba en Villa Hayes tratando de aprender el idioma español. Luego realizó una pasantía en San Juan Bautista Misiones, con monseñor Ramón Bogarín (+); y desde el año 1958 hasta 1960 misionó en Laguna Escalante (Chaco) en una comunidad chulupí, para finalmente desempeñarse como director del seminario menor en Mariscal Estigarribia.
En 1963 fue nombrado cura párroco de Puerto Elsa, donde impulsó la construcción de la pasarela que une a esta comunidad con la vecina Clorinda, Argentina.
En Puerto Elsa tuvo varias anécdotas por defender a personas humildes que vivían por traer alimentos para el sustento diario. Un día -cuenta- se instaló frente al despacho del comandante de la Armada, Hugo González (almirante), hasta conseguir que este le atienda, para protestar por el decomiso de las mercaderías a las personas que traían de la Argentina comestibles para sus casas, y sus soldados no veían cuando pasaban los verdaderos contrabandistas.
De allí, en 1973 se trasladó a la entonces Colonia Independencia, como pastor principalmente de la colectividad alemana hasta 1979, año en que fue nombrado en el cargo de ecónomo de la congregación, en su sede central en Asunción.
En la capital estuvo nueve años, tiempo en que también se desempeñó como pastor de la colectividad alemana y capellán del Buen Pastor.
Volvió a Independencia ya como párroco hasta 1990, tiempo en que se dividió la parroquia y se fundó la de Paso Yobái, y Gruber pasó a ser su primer párroco, y estuvo al frente de la novel parroquia durante 8 años, para luego volver a Asunción como ecónomo provincial de los Oblatos de María Inmaculada.
En 1998 se volvió a trasladar a Independencia, desde donde trabaja con varias parroquias del departamento del Guairá.
Para Gruber, ser sacerdote significa anunciar el Evangelio, confirmar y afirmar la fe de la gente en Jesucristo, organizar a los catequistas, por la importancia de la buena formación de los chicos y estar siempre a favor de los pobres.
TRABAJO SOCIAL
El padre Gruber es conocido por su labor social en todas las comunidades donde le tocó trabajar. Siempre recibe la ayuda de sus amigos u organizaciones de toda clase de su Alemania natal, sobre todo dinero, a fin de realizar cualquier proyecto. De esta forma construyó y ayudó a construir durante este medio siglo de sacerdocio en nuestro país iglesia, capillas, puesto de salud, escuelas, fundó cooperativas con los campesinos, gestionó la compra de 1.268 hectáreas de tierra para los indígenas y casi 2.000 para los agricultores en Paso Yobái. "La tierra se tiene que conseguir en forma legal y no invadiendo", dice el padre Gruber.
PROGRAMA
Hoy se celebrará una misa de la que participará toda la feligresía de la comunidad. Terminada la ceremonia religiosa se ofrecerá un karu guasu en honor del pastor, en San Bonifacio, casa central de la congregación en Independencia.
La celebración religiosa estará presidida por el obispo de Villarrica, monseñor Sebelio Peralta, además estará presente una delegación de Alemania compuesta de parientes y amigos.