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Culparon a las autoridades del Ministerio del Trabajo de ser cómplices de los atropellos de los dueños de la empresa.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Alpasa, Gerardo Argüello, explicó que el conflicto comenzó cuando la dirección de la fábrica aumentó a 12 horas la jornada laboral con un pago de G. 55.000, monto que corresponde a 8 horas de trabajo.
Los operarios exigen que la firma cumpla lo establecido en el Código Laboral, que pague el sueldo mínimo estipulado y que pasando las ocho horas accedan a remuneraciones extraordinarias. “También exigimos seguro social para todos, ya que el 90 por ciento de los trabajadores carece de ese beneficio”, dijo Argüello. También piden vacaciones pagadas, bonificación familiar y rechazan el trabajo en ambiente insalubre y peligroso.
Tratamos de comunicarnos con los propietarios de Alpasa. Nos atendió Dahiana González, quien indicó que del conflicto podría hablar la gerente de recursos humanos María Liz Urdapilleta, pero que en ese momento no se encontraba en la oficina.