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LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). El barrio América, en las inmediaciones de la exciclovía Valois Rivarola de la zona de la Confederación Sudamericana de Fútbol, se convirtió en un vertedero ilegal de basuras, criadero de alimañas y refugio de indígenas, a consecuencia del abandono de las obras de la autopista Ñu Guasu, a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). En el año 2016 pararon los trabajos de la continuación del tramo que debe empalmar con la ruta Luque-San Bernardino.
Malezas crecidas, una naciente cuyas aguas se mezclan con desechos cloacales, estructuras de cemento para alcantarillado y escombros completan el triste panorama. Los pobladores deben “sortear” las zanjas para poder “acortar camino” para acceder a la promocionada autopista Ñu Guasu, que se encuentra vallado para los habitantes del sector.
Por otro lado, innumerables son las quejas de los pobladores de esta ciudad y de personas en tránsito por las pésimas condiciones en que están el acceso principal “General José Elizardo Aquino”, así como las calles General Manuel Brítez Borges, avenida Humaitá, Capitán Bado, Moisés Bertoni, 14 de Mayo, Cerro Corá, Tomás Ozuna, Mariscal López y Felipe González. Algunas están siendo bacheadas, pero los trabajos se destruyen con la primera lluvia torrencial que son constantes en esta temporada.
En las banquinas de la ruta General José Elizardo (Tape Tuja), en las inmediaciones de la exciclovía Valois Rivarola, se encuentran enormes zanjas formadas por la erosión del suelo y que con cada lluvia se agrandan. En las últimas precipitaciones de importancia uno de los pozos aumentó de tamaño y se “tragó” casi toda una parte de la banquina.
A mediados de la semana pasada, obreros de la Municipales de Luque, administrada por Carlos Echeverría (colorado cartista), comenzaron a trabajar en la zona. Ayer notamos que realizaron una “reconstrucción” de pésima calidad.
Mugre
En la zona del mercado municipal número uno de la ciudad, los caminos son prácticamente intransitables. A esto, se suman las nauseabundas aguas servidas provenientes del mercado comunal, locales comerciales y domicilios particulares.
En varias oportunidades funcionarios de las direcciones de Medioambiente y Obras Públicas dijeron que el problema obedece al colapso del sistema de alcantarillado con más de 40 años de uso. Sin embargo, en una oportunidad, en la Gerencia de Administración de Red Cloacal de Asunción y área metropolitana de la Essap, Néstor Roa manifestó que el problema en Luque es consecuencia de la falta del sistema de tratamiento de aguas residuales que por obligación todos los locales comerciales, públicos y particulares deben tener. Verificar y resolver el problema es responsabilidad de la Comuna, aseguró en su momento el funcionario.