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Fue ayer durante la misa central en honor de San Blas, patrono de esta pujante comunidad. El presidente de la República, Federico Franco, asistió a la ceremonia religiosa.
“Se quitan vidas ajenas, parece que a la gente le molesta la vida de otro. En estos días se despidió a una vida joven aquí en Itá (Alberto Valdez, 16 años, muerto en una riña callejera) y en otras partes del país”, reflexionó Peralta.
El religioso habló también de la gente que no cuida y no ama su propia vida. “No ponderáiva hekovére (quien no ama su vida), esos que vuelan sobre la moto, generalmente alcoholizados o drogados”, expresó.
El religioso dijo también que para la sociedad la vida aparentemente no tiene valor. “La vida es un don que nos concede Dios y, como tal, solamente Él nos puede quitar cuando hayamos cumplido nuestra misión sobre la tierra”, dijo monseñor Peralta ante unas 10.000 personas que asistieron a la misa.