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En ese contexto, señaló que jueces y fiscales “son comprados, todos comprados”. Afirmó que actualmente “la legalidad es un desastre” y que no existe ninguna seguridad jurídica en el país.
Sostuvo que la impunidad hace que sea comprable cualquier juez y cualquier fiscal. Advirtió que en estas condiciones un país finalmente va a la quiebra y que si no se reacciona a tiempo la gente podría recurrir a la justicia por mano propia.
Habló también sobre la dificultad de encontrar un pedazo de tierra en el Chaco para crear un nuevo pueblo, porque los grandes estancieros no quieren nuevos pueblos cerca de sus propiedades, ya que consideran a las personas como ladronas y haraganas.
Comentó que pidió a varios presidentes de la República comprar a lo largo de la Transchaco un pedazo de tierra para que la gente pueda asentarse bien, pero que no tuvo respuesta.
Dijo en el interés de Cartes están las empresas grandes, y “la gente que no produce a lo grande, no pinta nada y no vale”, y las pequeñas empresas deben ser servidoras de las demás. “En palabras expresas, esto no se escucha del actual gobierno, pero se observa en los hechos”, concluyó.