Ni una gota de agua en las desalinizadoras del Chaco

La sequía cíclica que caracteriza al Chaco se hace sentir con fuerza desde hace unos meses, mientras los tanques de agua de las desalinizadoras construidas en Boquerón y Pdte. Hayes están sin una gota. Las dos plantas demandaron millonarias inversiones, pero no sirven.

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VILLA CHOFERES, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). A pesar de que se dieron algunas ligeras lluvias en la región, la situación se vuelve preocupante para los pobladores que comienzan a sentir el golpe de la sequía cíclica.

En Boquerón numerosas comunidades procuran abastecerse de agua potable de los gobiernos locales, de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). También recurren a pozos o tajamares aquellos que aún lo tienen.

Entre tanto, las plantas desalinizadoras, ubicadas en Villa Choferes (Boquerón) y Tte. Irala Fernández (Presidente Hayes), no proveen ni una gota de agua en el momento en que más se necesita.

Ambas fueron construidas durante el gobierno de Fernando Lugo y de Camilo Soares al frente de la SEN. Requirieron millonarias inversiones, pero hasta la fecha son inservibles.

La planta en Villa Choferes desde su pomposa inauguración, en octubre de 2010, no alcanzó a potabilizar ni 60.000 litros por día de los 200.000 litros anunciados. Continúa inconclusa y desde los primeros meses de 2013 dejó de funcionar.

Agua de lluvia

La otra planta edificada en Tte. Irala Fernández nunca produjo agua potable en forma regular, solo en muy pequeñas cantidades (hasta 5.000 litros por día) y en forma experimental.

Los pobladores comentan con un toque de humor que la planta provee agua no desde el suelo, sino desde el techo, debido a que cuando llueve a través del tinglado de unos 2.400 m2 recolecta el agua de las precipitaciones.

El actual ministro de la SEN, Joaquín Roa, indicó que desde que asumió el cargo la planta en Villa Choferes no produce agua, pero que están dispuestos a poner en funcionamiento ambas plantas lo antes posible.

Indicó que solo para Villa Choferes se necesitan unos G. 200 millones a fin de un análisis técnico que les permitirá después atacar el problema y que aún no se probó la capacidad del segundo pozo de inyección, construido en 2013.

La planta en Tte. Irala Fernández podría convertirse, con ayuda de expertos nacionales e internacionales, en un centro modelo de estudio de producción de agua, dentro del contexto de mitigación y reducción de riesgos, señaló Roa.

Comentó que hace 45 días se inscribieron las dos desalinizadoras como propiedad de la SEN, lo que les permitirá iniciar las inversiones necesarias para ponerlas en funcionamiento.

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