CONCEPCION (Telmo Ibáñez, corresponsal). María Estela Lima, horqueteña, huérfana y abandonada a partir de los 5 años de edad, no se sitúa en el tiempo ni en el espacio parcialmente, según las apreciaciones de la sicóloga del Ministerio Público, Jacqueline Rojas.

El informe de la profesional revela que la mujer sufre de probables alucinaciones visuales de personas muertas y espíritus malignos, así como voces que le ordenan ejecutar la muerte de sus tres hijos y su autoeliminación.


HUYENDO DE LA PROSTITUCION

María Estela reconoció ante la prensa que sufre estos síntomas y reveló que en efecto desea la muerte de su concubino, cuatro años mayor que ella y a quien, según dijo, nunca amó, sino que utilizó para zafarse de la difícil situación en que se encontraba cuando una mujer, a quien solo conoce con el nombre de Marga, la llevó hasta Puerto Guaraní, Alto Paraguay, para prostituirla.

El informe sicológico igualmente sostiene que la mujer sufre insomnio, frecuentes e intensos dolores de cabeza, mareos, irritabilidad y enojo.

De acuerdo con los datos de la profesional, la historia que inventó referente a la kuriju que supuestamente tragó a su concubino, Juan Carlos Gutiérrez, fue por venganza, porque este la cambió por otra mujer al tiempo de escuchar las voces (supuestamente diabólicas) que le exigían contar dicha versión para luego ejecutar la muerte de sus hijos y la de ella.

SEPARADA DE SUS HIJOS

El estudio sicológico sugiere apartar a la mujer de sus hijos; sin embargo, en la víspera, el juez Same Scandar, tras analizar los antecedentes con las sicólogas del Poder Judicial, Sara Lesme y Margarita Morales, y la representante de la Codeni (Consejería Municipal por los Derechos del Niño/a y el Adolescente), Dora Cuéllar, decidió que los tres hijos continúen con su madre.
Las sicólogas comprometieron un seguimiento diario y permanente a la mujer y sus hijos, Bernardo Bernabé (5), José De Jesús (1 año y medio) y María Soledad de 4 meses, quienes hace un mes viven en la periferia de esta ciudad.

En la precaria vivienda de 4x3 metros, sin las más mínimas condiciones sanitarias, también vive otra hija de María Estela, Laura Estela (15), y un bebé de solo 10 días. Por su parte, Gutiérrez desde ayer está viviendo en la casa de un familiar del barrio San Antonio de esta localidad.
El juez Scandar señaló que todas las diligencias en torno a este caso proseguirán en el transcurso de la próxima semana, pero se descarta la imputación de ambos. La ciudadanía concepcionera, que en un principio se había conmovido con el relato de la mujer, realizando campañas de solidaridad para ayudar a María Estela, para ayer ya había dado vuelta la página, porque la gente está más preocupada por los pronósticos sobre la crecida del río y sus consecuencias en la ciudad.