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PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Según expresa una nota enviada a este diario, se encuentra en etapa final el diseño del pliego de bases y condiciones para el llamado a licitación pública nacional, que permitirá la contratación de los servicios de mantenimiento y rehabilitación de la vía, tras el vencimiento del contrato con el Banco Mundial mañana 31 de diciembre.
Explican en la misiva que los trabajos serán cubiertos con los fondos provenientes de los bonos soberanos que ya figuran en el presupuesto del MOPC del año entrante.
Igualmente, técnicos de la Dirección de Vialidad aclararon que en junio pasado ya se tomaron todos los recaudos para que la cartera de obras se haga cargo de los trabajos a partir del 2015, tras la finalización del convenio GMANS- 5 (Gestión y Sistema de Mantenimiento por Niveles de Servicios) que mantenía con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)-Banco Mundial.
Sobre el estado actual de la vía de 134 km dicen que tiene cero baches, luego de las tareas de resellado, bacheo profundo en caliente, sellado de fisuras y grietas.
Igualmente, mencionan que mejoraron las señalizaciones, tanto verticales como horizontales, y se colocaron tachas reflectivas para brindar mayor seguridad a los conductores.
A esto se suma el mejoramiento de los accesos a los puentes, con limpieza de cunetas, de los aliviaderos, de las alcantarillas y de las franjas de dominio. Estas tareas fueron ejecutadas por Consorcio Vial Sureño, con la fiscalización de la empresa Consulpar-Esteio.
No repetir experiencia
Esta corresponsalía había criticado la determinación de las autoridades del MOPC, que decidieron asumir luego de varios años el mantenimiento de la Ruta IV, hasta que la empresa ganadora de la licitación se haga cargo.
En la memoria de los habitantes del Ñeembucú está fresca la imagen de una capa asfáltica destrozada, con vehículos empantanados, producto de la incapacidad del MOPC de intervenir con agilidad ante la aparición de los baches en el pavimento.
El sistema GMANS obligaba a la constructora a cargo a no demorar más de 48 horas para atender los defectos del asfalto.
Con esas acciones inmediatas se evitó que el camino se deteriore al nivel de los años anteriores, cuando semejaba más un paisaje lunar que una ruta moderna.
Años anteriores, la institución demostró su incapacidad para mantener en buenas condiciones un asfaltado tan frágil como el de la Ruta IV.
La desacertada decisión del ministro Ramón Jiménez Gaona fue recibida como un pésimo regalo de fin de año para los habitantes del Ñeembucú.
De cumplirse los plazos legales del llamado a licitación, la Ruta IV estaría sin mantenimiento por unos cuatro meses, teniendo en cuenta la mala experiencia de años anteriores en los que la cartera de Estado asumió la responsabilidad de su mejoramiento.
Debido a los defectos estructurales, la vía San Ignacio-Pilar no puede estar sin mantenimiento por más de una semana.