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El prelado refirió que el país en general está atravesando cada día por múltiples episodios relacionadas a muertes violentas, como asesinatos, vandalismo y otros. A esto dijo se suman situaciones que perjudican a toda la comunidad, como la contaminación de arroyos y la deforestación.
Señaló que no deja de ser cierto que la mayoría de los males son propiciados por políticos corruptos, pero que el ciudadano, el cristiano y la Iglesia también deben colaborar en la lucha por el bien común.
Comentó que recorrió los barrios de esta ciudad en estas fiestas patronales y pudo observar que con fines de lucro se avasallan derechos de otros y, por ejemplo, se condena a la gente a vivir en un ambiente contaminado.
Señaló que la Iglesia, a través de sus servidores, va a apoyar todo lo que sea justo y bueno, fomentar la unidad, el desarrollo, no solamente material, sino a nivel cultural y moral, que transforme la manera de pensar que nos hace más personas.
Felicitó el trabajo desplegado por las 44 comunidades de la parroquia y les indicó que el desafío es ir transformando todo aquello que oprime y destruye la dignidad de las personas, teniendo como luz que acerca a Jesús, a su madre, la Virgen María en la imagen de la advocación Virgen de la Candelaria.