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VILLETA (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal).-El mítico templo de la Virgen del Rosario de esta ciudad es objeto de restauración, debido a que el próximo año cumple 300 años de su construcción. Un par de semanas atrás comenzaron los primeros trabajos en la parte del techo.
La empresa encargada de la restauración es A&F SA , la misma firma que se ocupó de las refacciones del Palacio de López, según comentó Roberto Villalba, presidente de la coordinadora de restauración: “Nuestra principal tarea actual es la de restaurar el techo que tiene goteras y por ende las paredes están con mucha humedad. Estamos abocados a solucionar este problema, pero según un análisis de profesionales, todo el templo está deteriorado”.
Resaltó que el cimiento se encuentra debilitado y la torre del campanario ya denota una importante inclinación, por lo que es imperioso el retoque en estos sectores, pero que el estilo colonial será respetado.
Dijo que la restauración total requiere de unos G. 1.800 millones por lo que se abocan a la captación de socios solidarios que puedan aportar. La coordinadora firmó un convenio con la Coopertiva Credivill Ltda., que ofrece una línea de créditos a los socios con bajos intereses para ayudar en la obra. Fue creada la cuenta Nº 5561—006/51, y los aportes van desde G. 500.000 hasta G. 10 millones.
La comisión también organiza una rifa para recaudar fondos Se sortean un auto y una moto el mes próximo, durante las fiestas patronales. En ocho meses de actividad ya llegaron a recaudar G.100 millones.
Reseña histórica. En 1714, el gobernador Juan Gregorio Bazán de Pedraza, fundador de la ciudad, comisionó a Pedro Domínguez de Obelar para hacer el trazado y construcción de la iglesia del nuevo pueblo. Bazán de Pedraza indicó al sargento Francisco Espínola realizar un padrón en los valles de los tajiros, Quiindy, Ybycuí y Carapeguá, para elegir a las familias que poblarán Villeta.
El templo iniciado por Domínguez, en 1714, fue concluido por el sargento Sebastián Fleitas en 1717, pero al poco tiempo estaba casi destruido y la reconstrucción se inició en 1727 con Francisco Valiente y la misma terminó en 1729.
En las obras de la parroquia trabajaron indios, carpinteros de Yuty y Caazapá. Cada uno de los pueblos vecinos colaboró con 2.000 tejas (Itá, Ypané, Guarambaré y Yaguarón).
Durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) la torre del campanario fue bombardeada por los aliados, pues pensaron que se trataba de un mirador del ejército paraguayo.
Tras la ocupación brasileña el templo se convirtió en hospital de sangre y en las memorias brasileñas se cuenta que el Gral. Betancourt se le había enterrado en algún lugar del templo. En esta época se levantó el altar mayor, que luego fue demolido con el pretexto de ampliar la iglesia.
Durante la revolución de 1904, los rebeldes también bombardearon el templo dañando el frontis derecho. (Fuentes: Villeta mi ciudad y el Archivo Nacional).