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SAN PEDRO DE YCUAMANDYYÚ (Omar Acosta, corresponsal). Feriantes y miembros de la organización campesina Oñondivepa critican aptitud del secretario general de la organización Silvio Sanabria. Lo denuncian por abuso de poder, realizar asamblea con “amigos”, renovar autoridades en forma arbitraria y tapar con una comisión “mau” serias irregularidades en su administración.
Impotentes, un grupo de feriantes e integrantes de la comisión -en medio de llantos- encararon a Sanabria y le pidieron explicación, pero este no respondió.
Algunos socios temen que se rematen todos los bienes de la organización, argumentando que Sanabria estuvo involucrado en febrero del año pasado en un accidente que le costó la vida a tres personas, sobre la Ruta XI Juana María de Lara.
En aquella ocasión el dirigente se movilizaba en una camioneta de “Oñondivepa”.
Para resarcir los daños, Sanabria habría vendido la camioneta y un predio con supuesta autorización de la organización, permiso que algunos asociados niegan haber concedido.
También alegan que unos G. 24 millones que se recibieron del programa Paraguay Rural del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), como fondo de garantía, se entregaron a los familiares de las víctimas.
Dijeron también que el denunciado -por ser operador colorado- cuenta con el padrinazgo de las autoridades departamentales.
Sanabria sostiene contar con todos los trámites legales a su favor.
En su defensa
Silvio Sanabria dijo que cuenta con el respaldo de la organización.
El pasado sábado 2 de noviembre convocó a asamblea, pero varios asociados dijeron que apenas 70 de los 600 socios asistieron, ocasión en la que reeligieron a Sanabria como secretario general, y a su hijo Miguel como nuevo integrante de la directiva.
Victoria Romero, secretaria de la Mujer de Oñondivepa, dijo que pedirán la nulidad de esa asamblea porque “no es legal”. Sostuvo que todo se fraguó.
Darío Casco, miembro de la organización desde hace 16 años, también pidió la nulidad de la asamblea.
A manera de protesta, los feriantes pegan carteles indicando la deuda del dirigente con los trabajadores de la agremiación, en los portones de acceso a la sede de “Oñondivepa”.