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BAHIA NEGRA, Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal).Este pueblo indígena está diseminado en cuatro comunidades pertenecientes a los distritos de Bahía Negra y Fuerte Olimpo.
Es en Bahía Negra donde está ubicada la mayor población de chamacocos. Viven en Porh Kac (Puerto Diana), Karcha Bahlut (14 de Mayo) e Ynichta (Puerto Esperanza). Los tres son dueños de más de 33.000 hectáreas.
La cuarta comunidad conocida como Santa Teresita está en zona de Fuerte Olimpo.
Los Yshir denuncian que unas 8.500 hectáreas de sus tierras ancestrales hoy pertenecen a la empresa ganadera “Puerto Ramos”, cuyo dueño sería un extranjero de nacionalidad turca.
El hecho fue denunciado ante el Estado y organizaciones internacionales, pero temen perder sus tierras ancestrales.
El cacique de la localidad de Diana, Estanislao Báez, dijo que desde hace muchos años los chamacocos ocuparon estas lejanas tierras del país y que precisamente el termino Ishir o Ybytoso proviene de “zona de fondo” o “parte final” para identificar a los nativos que viven en el extremo Norte.
Los tres pueblos asentados en Bahía Negra se hallaban unidos a lo largo de la ribera del río Paraguay. Pero sin explicación alguna una parte de sus tierras fueron supuestamente vendidas a un particular, presuntamente por autoridades corruptas, dijeron.
Los Yshir sostienen que con frecuencia son víctimas de discriminación por parte de los empleados de la estancia que buscan impedir el ingreso a la zona.
Báez comentó que en principio “no se oponían a que nuestros pocos vacunos pasten en la propiedad, como tampoco impedía que el ingreso para cazar animales silvestres”. Sin embargo, hace breve tiempo, todo cambió.
Recuperación
El secretario general de la Unión de Comunidades Indígenas de la Nación Yshir (Ucini), Andrés Ozuna, dijo que ya presentaron una medida cautelar de no innovar de hecho y derechos ante el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), buscando evitar el avasallamiento de esta empresa ganadera.
Añadió que desde hace unos cuatros años aguardan que el Estado paraguayo les devuelva lo que legítimamente les pertenece, por ser sus tierras ancestrales.