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Dijo que trajeron todo el equipo: jaula, rifle tranquilizante para animales y gente preparada. “Dejamos la jaula-trampa anteayer por la noche, pero sin resultado. De día recorrimos toda la zona en un radio de cuatro kilómetros donde la gente dijo que vio a los leones. Sin embargo, no hallamos rastros ni restos de sus presuntas víctimas”, explicó Ayala.
También, teniendo en cuenta que si merodeaban la zona iban a cazar por lo menos un vacuno por semana, le consultaron a los dueños y capataces de estancias, y nadie perdió animales, subrayó.
Afirmó que las versiones de los vecinos de la zona son contradictorias. “Algunos aseguraron que ya no dejan por la noche en el campo sus animales, pero vimos que sí lo hacen. Hay muchas afirmaciones, pero no existen indicios”, dijo el profesional.
La respuesta de la gente es dispar; algunos comentaron que escucharon el característico rugido de leones, que puede oírse a varios kilómetros; otros, que no. En tono jocoso, antes de emprender el regreso hacia Asunción, uno de sus ayudantes dijo: “Sí encontramos restos de ‘Tres Leones’”.
Todo comenzó la semana pasada cuando pobladores de la zona de Calle D-11 comentaron que vivían aterrorizados por la presencia de cuatro leones que rondaban el lugar en busca de comida. Uno de ellos, don Pablo Enríquez, aún mantenía ayer su versión.
Manifestó desde un principio que en el lugar “existen los felinos y el vecindario vive en zozobra. Ya no hay casi montes en la zona, son pequeñas islas de árboles donde se esconden”, dijo.
Anteriormente se los veía solo por la noche, pero que “ahora ya salen en pleno día a querer cazar”, dijo.