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El 11 de marzo de 2015, la Unión de Nativos Ayoreos del Paraguay (UNAP) dio a conocer un comunicado a la opinión pública.
El párrafo final del documento, fechado en la comunidad de Campo Loro, departamento de Boquerón, deja constancia de la siguiente frase: “El Cerro León es nuestro, es posible explorar”.
La UNAP asume titularidad de un parque nacional y su presidente, Daniel Picanerai, admite la posibilidad de ingresar en el área protegida para prospecciones.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) tiene como proyecto instalar una cantera en el Defensores del Chaco a fin de surtir de piedra a las empresas viales interesadas en asfaltar rutas en la región Occidental.
El 2 de enero pasado, la misma UNAP entregó un comunicado a la opinión pública en términos diferentes: “Solicitamos que las autoridades responsables, Secretaría del Ambiente y Ministerio de Obras Públicas, concedan nuestra petición de dejar sin efecto el proyecto en cuestión” (negritas son nuestras).
Y agrega la siguiente amenaza: “O tomaremos nuestra propia iniciativa en actuar en defensa propia para prevenir y preservar el lugar sagrado de todos los ayoreos que es Cerro León” (negritas son nuestras).
Finalmente, señala el documento que “se analizará en una reunión urgente, antes del 8 de enero, la decisión de si es posible realizar medida de fuerza con el cierre de ruta indefinido hasta que se cancele totalmente el proyecto” (negritas son nuestras).
¿Por qué cambiaron de opinión?
En la tarde de ayer llamamos con insistencia a Daniel Picanerai, presidente de la UNAP, en procura de conocer el motivo del drástico cambio de opinión.
Las llamadas realizamos al celular 0981 terminación 457 sin resultado alguno.
En enero hablaban del “derecho de preservar un lugar sagrado de los ayoreos” y en marzo concluyen que “Cerro León es nuestro, es posible explorar”.
¿Son suficientes dos meses para que la UNAP considere que el Cerro León perdió su condición de lugar sagrado?
La frase “el Cerro León es nuestro” refleja el ejercicio de un dominio patrimonial.
El Cerro León es parte del Parque Nacional Defensores del Chaco, propiedad del Estado paraguayo y, como tal, un patrimonio de la sociedad en su conjunto.
La UNAP no es propietaria del Cerro León y tampoco ejerce dominio sobre dicho espacio, por lo tanto de ninguna manera se puede aceptar que expida una suerte de permiso para que se lleven a cabo trabajos de prospección en el lugar.
La UNAP agrupa a algunas comunidades del pueblo ayoreo pero existe otra organización, llamada Asociación Garaigosode, que también nuclea a otros grupos de la misma etnia.
Depositarios, no propietarios
El Parque Nacional Defensores del Chaco forma parte del territorio ancestral del pueblo ayoreo, sin duda alguna son depositarios de un bien que pertenece a la ciudadanía, pero esto no los convierte de ninguna manera en propietarios, por lo tanto no pueden disponer de él.
Dirigentes de la Asociación Garaigosode temen que exista una suerte de acuerdo entre la UNAP y el Ministerio de Obras Públicas.
Aquino Picanerai, dirigente garaigosode, dijo: “Daniel Picanerai es ciudadano boliviano, vino a vivir al Paraguay en el año 1988. Aquí trabaja como profesor y cada tanto regresa a su país”.
Reconoció el temor de que exista una suerte de acuerdo con el Gobierno para utilizar a UNAP como excusa para ingresar en el Defensores del Chaco: “Nosotros no aceptamos que se monte una cantera en el Cerro León, eso lo dejamos bien claro, pero ahora sale una especie de permiso de la UNAP que no compartimos”.
El telón de fondo de esta situación es la vigencia de la Ley 5392/15, promovida por el senador Arnoldo Wiens, por lo tanto existe la posibilidad de ingresar al Parque Nacional Defensores del Chaco para emprender diversos proyectos.
El artículo 4 de la ley Arnoldo establece el cambio en el uso de suelo del Defensores del Chaco y mientras no sea derogado, el riesgo de destrucción del parque nacional estará presente.
Y ahora surge el “permiso” de la UNAP y David Picanerai.
roque@abc.com.py