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SAN JUAN BAUTISTA, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El festejo a don Benito Ruiz Díaz tuvo lugar en la Casa del Maestro de esta ciudad, donde el cumpleañero recordó anécdotas de sus andanzas juveniles en la compañía Santa Librada, distrito de San Miguel, Misiones.
Lúcido y alegre, colorado de corazón y liberteño (su club es Libertad de Asunción) don Benito recibió el cálido saludo de sus familiares y amigos. Sentado al lado de un antiguo baúl, donde recogió los regalos de cumpleaños, recibió a sus amigos.
Benito Ruiz Díaz nació el 23 de mayo de 1913, en la compañía Santa Librada, distrito de San Miguel, Misiones. Sus padres fueron doña Dolores Marecos y don Máximo Ruiz Díaz.
“Tuve muchas novias antes de ir a la guerra. Che gusta la kuñataî”, recordó muy satisfecho don Benito, quien no ocultó su alegría porque ganó el Partido Colorado, en las últimas elecciones del 21 de abril de 2013.
Ante nuestra consulta si fue a votar respondió que sí. “Che aha afirma (yo fui a firmar en las elecciones)”.
Los hijos y nietos explicaron que según la gente de antes, en vez de decir que fue a depositar sus votos, expresa que se fue a firmar por su partido, en este caso por la ANR. “Soy colorado y estoy muy feliz, porque mi partido volvió al poder. “Amano mboyve ogana je’y la Partido Colorado”, anfatizó don Benito.
El veterano de la Guerra del Chaco recordó sus hazañas en la contienda con Bolivia. Dijo que al iniciar la guerra fue movilizado como reservista, cuando tenía 19 años.
“Me alisté en el Regimiento 7, y estuve en Boquerón, donde la batalla fue infernal, porque queríamos recuperar el fortín de manos de los bolí”, dijo Ruiz Díaz.
Añadió que estuvo al frente de la batalla, hasta terminar la guerra y que solo vino de licencia a su valle unos ocho días para luego regresar al Chaco. Tras terminar la guerra y luego de ser desmovilizado, vino a formar su hogar con Ernestina Maciel, de San Pedro, compañía pegada a Santa Librada.
Con Ernestina tuvo dos hijos: María Ruiz Díaz de Benítez y Vicente Ruiz Díaz “pero tengo como ocho hijos de distintas madres”, relató muy pícaro el veterano, quien manifestó que le gusta los caballos y las lindas mujeres.
Sus hijos recordaron que uno de sus hobbys preferidos es andar a caballo alazán o tordillo, sus caballos preferidos. Trabajó en las estancias con su padre don Máximo y esa costumbre no quiere dejar, recordaron. “Hasta hace dos años montaba, pero luego le prohibimos por los cuidados de salud”, dijo Ruiz Díaz.
Don Benito se alimenta de las comidas típicas de la estancia, locro ipokue, locro so’o piru, locro karaku, vorí vorí, gallina casera, caldo de poroto y comidas de maíz (polenta). Como desayuno, arroz con leche, huevo crudo con miel de abeja, mbeju, bife con huevo y soyo, entre otros.
En la actualidad, vive en Santa Librada bajo los cuidados de su hijo Vicente Ruiz Díaz. Don Benito hasta el presente recibe la visita de algunas amigas de la colonia. “Abuelo i formal hína”, recordaron sus nietos.