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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Unas 100 personas participaron del taller sobre el proyecto acueducto organizado por el Foro Articulación Chaqueña (Acha) realizado en esta ciudad. Durante la reunión, los líderes indígenas lamentaron no tener información sobre la obra y tampoco fueron consultados.
Cresencio Cáceres, del Consejo de Pueblos Indígenas del Chaco, dijo que desde el primer momento apoyaron el acueducto, pero “no hay participación de los pueblos indígenas”. También Demetrio Rojas, de la comunidad El Estribo, cuestionó que a los líderes indígenas nunca se les dio participación en una cosa importante.
Otros reclamaron que la sociedad anónima de usuarios a ser creada para administrar el agua proveída por el acueducto solo la integran las cooperativas menonitas. Al respecto indicaron que los indígenas tienen otras formas de organización y que se debe respetar y dar oportunidad.
El Ing. Roger Monte Domecq, funcionario del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y coordinador del proyecto, insistió en que el plan pasó por varias etapas y cambio de autoridades.
Añadió que no se hicieron audiencias públicas para poder arrancar lo antes posible porque la gestión en sí ya lleva casi dos décadas. Prometió que para la segunda etapa (instalación de red de distribución) se hará una consulta previa a las comunidades.
La hermana Isabel Gómez, del Vicariato Apostólico del Pilcomayo, respondió que “las audiencias públicas se deben hacer antes para estar debidamente informados”.
En cuanto a la SA de usuarios a ser creada para administrar el agua, Monte Domecq sostuvo que se buscó a integrar a las cooperativas de la zona para que el ente sea sostenible, pero que puede ser ampliado con otras organizaciones “porque el agua es de la gente”.
El funcionario remarcó que el acueducto del río Paraguay es la mejor opción para el Chaco Central porque la tradicional captación de agua de lluvia no es segura. Explicó que la desalinización es solo puntual y muy costosa, traer agua del Pilcomayo no sería rentable y traerlo del acuífero Yrenda (norte del Chaco) sería privar a esta zona de su única fuente de agua dulce para desarrollarse.
Cifras
En la primera etapa, desde Puerto Casado hasta Loma Plata (202 Km), se invertirán unos G. 244.000 millones y en la segunda etapa G. 116.000 millones. A esto se suma un “compromiso firme” de las cooperativas menonitas del Chaco Central para instalar una red urbana de distribución.
En los últimos 15 años, el Estado gastó US$ 50 millones (G. 200 mil millones) en paliar la escasez de agua en el Chaco. Un monto similar, según otras fuentes, se destinó a la gestión oficial del acueducto desde 1997, que ahora se concreta.