Durante una visita a esta comunidad, Porai Picanerai reclamó ayuda para transporte de materiales y construcción de casas para más parientes de Campo Loro (queda 70 Km. de Chaidi) y Tunucojai puedan trasladarse a Chaidi.

En Chaidi existe un nuevo edificio escolar, oficina y carteles de entrada, tanques de agua y después de las lluvias, promisorias huertas familiares. Los ex silvícolas van a la casería y recolectan palmito y miel. La venta de "miel de Chaidi" ya se ha convertido en un pequeño negocio en el Chaco Central.

De las 17 personas del grupo original, que se autodefinía como Areguedeurasade (la gente de Areguede), quedaron 16, después del fallecimiento del anciano Areguede Posorajai (85).

El grupo, que sigue sin contacto directo con otras comunidades y en cuarentena sanitaria, decidió abandonar el monte y contactar a ayoreos ya asentados, porque se sintió acorralado por el incesante avance de la frontera ganadera, apertura de picadas y estancias y el gran temor a la topadora.

Aunque la decisión de abandonar su estado natural era pacífico y voluntario, en realidad no tenían otra opción.

De su estado natural ha quedado nada o muy poco, aunque piel, cabello y sus caras conservan aún una impresionante belleza. Siguen con la cacería (recientemente mataron un tigre), secan semillas, saben hacer la típica artesanía ayorea y cómo hacer fuego con madera.

Tienen interés, todavía, en sus cantos tradicionales. Se reúnen hasta la medianoche, recordando tiempos pasados y se levantan a tempranas horas para buscar comida en el monte.

Cuando apareció el grupo el 3 de marzo de 2004, algunos menonitas lanzaron rápidamente la versión de que se trataba de un grupo teatral, organizado por antropólogos.

La versión se propagó como un reguero de pólvora en el Chaco Central y esta corresponsalía fue agredida en reiteradas ocasiones verbalmente en la vía pública y a través de llamadas telefónicas por publicar los hechos y no "dejar en paz" a aquellas personas que quieren invertir en el desarrollo del Chaco instalando estancias.

Los totobiegosode silvícolas quedaron divididos cuando ayoreos guidaigosode de Campo Loro los contactó en diciembre de 1986.

El encuentro tenía fines pacíficos, pero terminó en un mar de sangre. Cinco ayoreos de Campo Loro perdieron la vida y otros fueron heridos gravemente. En aquel entonces, un grupo de los totobiegosode aceptó abandonar el monte y asentarse en Campo Loro. El resto desapareció en el monte, donde por razones de seguridad se dividieron en dos grupos, siendo uno de ellos los Areguedeurasade de Chaidi.

De esta manera, el Chaco paraguayo cierra sus últimos capítulos sobre la historia de sus verdaderos hijos naturales. El otro grupo de los totobiegosode sigue en una zona denominada Amotocodie, a unos 160 kilómetros al norte de Filadelfia, Boquerón. ¿Cuando les tocará la hora a ellos decidir "voluntariamente" abandonar el monte?.