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Además de las rutas de tierra, el polémico pavimento tipo ripio de los trayectos que unen varias poblaciones muestra su extrema precariedad. El camino que conecta Pilar con Laureles, Villalbín y Cerrito es uno de los que fueron cortados por las aguas de lluvia y de los esteros desbordados.
En Villalbín, el pavimento “tipo ripio” construido por la empresa BGF SA, que figura a nombre del arquitecto Blas Gustavo Franco y está vinculada el cuestionado senador Dionisio Amarilla (PLRA), está destrozado en varias partes, y ello impide el normal desplazamiento de vehículos. Durante la administración de Carlos Silva (PLRA), la Gobernación desembolsó G. 50.000 millones por la obra realizada en un tramo de 120 km, donde la firma utilizó destape de cantera en vez de ripio, según denuncias.
El responsable del Ministerio de Obras Públicas en Ñeembucú, ingeniero Pedro Cantero, afirmó que aguardarán que mejoren las condiciones climáticas para iniciar la recuperación de la red vial. Señaló que la obra financiada por la Gobernación es sumamente precaria, ya que no fue elevado convenientemente el terraplén ni fueron instalados los puentes y alcantarillados en los sitios requeridos.
Indicó que en los trabajos de recuperación de este tramo se incluirán tubos de hormigón en lugares donde se precisa para que se escurra el agua.