Cargando...
Con la construcción de la represa de Itaipú, el río se convirtió en lago y, a pesar de más de 200 kilómetros de distancia entre las cataratas y la represa, las aguas acumuladas terminaron por inundar de forma permanente las enormes cascadas de agua. El adiós definitivo a los saltos se registró en octubre del año 1982.
Según algunos historiadores, además de la necesidad de producir energía para el desarrollo de los países socios, otro de los argumentos que precipitó la construcción de la hidroeléctrica de la Itaipú Binacional fue el inminente conflicto entre Brasil y Paraguay por la posesión de los saltos.
A pesar de la desaparición de los saltos, hasta ahora no concluye la delimitación de fronteras en la zona, porque persisten las diferencias sobre el rumbo fronterizo.
A diferencia de la ciudad de Encarnación con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), ni antes, durante, ni después de la construcción de la represa, Salto del Guairá fue resarcida por la Itaipú Binacional.
Después de 30 años del Tratado de Itaipú, los pobladores de Salto del Guairá lograron la aprobación de una ley de resarcimiento mínimo y tan solo por tres años. Sin embargo, de nuevo tropiezan con dificultades para hacerla efectiva.