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El desfile arrancó con atraso, pues estaba anunciado para las 15:00, debido a que una inestabilidad climática hacía temer que una lluvia echara a perder los delicados y costosos tocados y adornos de las carrozas. Finalmente el tiempo se asoció a la fiesta, y todo se desarrolló con el brillo y la algarabía acostumbrados en este tipo de acontecimientos que tiene por protagonistas a los jóvenes.
Un hecho destacable fue la absoluta ausencia de bebidas alcohólicas, una condición impuesta por los organizadores. El equipo impulsor está integrado por unos 20 jóvenes, representantes de diferentes colegios que toman parte de la fiesta, quienes conforman una Confederación de Estudiantes de la Ciudad de Encarnación, y funcionarios de la Comuna local que trabajan en el área de la juventud.
Mucho público, entre estudiantes, padres de familia y niños, se congregaron en el Centro Cívico conocido como sambódromo por ser el lugar donde se realizan los desfiles de carnaval, para presenciar un espectáculo donde las carrozas alegóricas eran una explosión de colores, belleza y alegría.