Lago de Itaipú y río Paraná, liberados para el contrabando y las drogas

El 90% del tráfico de drogas y armas, al igual que el contrabando, en la frontera entre el Paraguay y Brasil se materializa a través de los puertos clandestinos que pululan a orillas del río Paraná y el Lago de Itaipú.

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El control en el agua corresponde a la Marina, y en tierra a la Policía Nacional junto al Ministerio Público, pero existe una sugestiva desidia. CIUDAD DEL ESTE. Embarcaciones de la Armada Nacional en forma frecuente realizan patrulla por las aguas del río Paraná y parte del Lago de Itaipú. Sugestivamente, los militares nunca ven los puertos clandestinos que están a la vista de todos.

Algunos de los puertos clandestinos están operando a menos de 1.000 metros de la sede la Base Naval de Ciudad del Este, ubicada cerca del Puente de la Amistad. Están instalados en el barrio Juan E. O’Leary (Catedral) y San Miguel, al igual que en el barrio San Rafael.

Los marinos simplemente no ven estos puertos clandestinos. A orilla del río Paraná se pueden ver las embarcaciones y las mercaderías, entre ellas drogas y armas, que son almacenadas para ser enviadas al Brasil al caer la noche. Existen escalinatas que son utilizadas por los contrabandistas y traficantes, que se pueden ver desde el agua.

En la Base Naval no pudimos obtener una versión oficial sobre esta situación, pero un oficial nos dijo que es responsabilidad de la Aduana realizar los controles para evitar el tránsito de mercaderías a través de los puertos clandestinos, y que ellos pueden ayudar a realizar el trabajo.

Las informaciones provenientes del Brasil dan cuenta de que todo los días se registran decomisos de drogas, armas y mercaderías que ingresaron de contrabando a través de los puertos clandestinos. De acuerdo a la estimación de las autoridades brasileñas, el 90% de las drogas, armas y mercaderías que ingresan a su territorio es a través de los puertos clandestinos.

Se estima que unas 15 toneladas de drogas, especialmente marihuana, ingresan al Brasil a través de los puertos clandestinos y mercaderías valuadas en  40 a 50 millones de dólares mensualmente. Esta cifra es estimativa, según los datos.

Los medios de prensa del país vecino, citando fuentes policiales, indican que es muy sugestiva la forma impune con que operan los traficantes  en los puertos clandestinos en la margen paraguaya.

Mientras la Marina tiene la responsabilidad de controlar estas actividades ilegales en las aguas, corresponde a la Policía Nacional y el Ministerio Público controlar las actividades ilegales en tierra.

Pero los efectivos policiales, en lugar de combatir el tráfico y el contrabando, los protegen. Inclusive montan guardia en los accesos a los puertos.

La fiscalía de Ciudad del Este demuestra igualmente una sugestiva desidia. Pese a las denuncias sobre la existencia de estos puertos clandestinos y cuyos acceso están a la vista de todos, nada hace para  poner fin a las actividades ilegales.

La situación es igual en la zona del Lago de Itaipú, donde según la Policía Federal del Brasil existen  200 puertos clandestinos que operan con total impunidad. Solamente un procedimiento coordinado entre los organismo de seguridad del Paraguay y el Brasil, pueden poner fin a la "zona liberada" que existe en el inmenso espejo de agua que tiene una extensión de 250 kilómetros desde Hernandarias hasta Salto del Guairá.

Combate

El Brasil instaló una base de la Fuerza Nacional en la ciudad de San Miguel, a orillas del Lago de Itaipú, y a unos 50 km del Puente de la Amistad. Mientras, la Policía Militar del estado de Paraná instaló una base del  grupo de élite "Fuerza Alfa", para combatir el contrabando, el tráfico de armas y drogas en la frontera.

Igualmente, instaló  el grupo "Samurai", que se dedica al combate al tráfico de drogas.
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