Sin embargo, los niños quedaron mudos, casi con rostros indiferentes, pero ella tenía la impresión de que algo estaba pasando muy adentro de los corazones de los niños.
Entonces pidió que dibujen lo que sienten sobre la tragedia. Y así empezaron a expresar lo visto y escuchado en elocuentes dibujos, que reflejan toda la inmensa crueldad de lo ocurrido.
Resalta la puerta cerrada, en casi todos los dibujitos. La tragedia sobrepasó la capacidad verbal de los chicos, pero dibujando pudieron expresar el tremendo impacto que les causó también a ellos esta catástrofe.