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En esta ciudad, Bernardita Ruiz Díaz, en su domicilio sobre la calle Teniente Rojas Silva del barrio Defensores del Chaco, trasladó la tradición familiar desde la compañía Costa Pucú, de Arroyos y Esteros, siguiendo con la costumbre que heredó de su madre Nimia Rosa de Ruiz Díaz. Con la ayuda de su sobrina Alba y los hijos de esta, Pablo (13 años) y Mercedes (11), pone en vigencia el conocido rito de Semana Santa.
Desde épocas remotas, esta actividad se convierte en un rito de religiosidad popular, que reúne a todos los miembros de la familia, padres, hijos, abuelos, tíos, primos, etc. Los hombres y los niños generalmente se encargan del fuego para calentar el tatakua (horno de barro), mientras que las mujeres y las niñas se dedican al amasado, utilizando almidón, harina de maíz, grasa de cerdo o vegetal, queso, huevo, leche o suero (derivado de la leche). Todos los ingredientes deben ser de primera calidad, acotó Bernardita.
Agregó que prepara el chipá de la manera más sencilla, sin ningún ingrediente aromático.
PREPARACION DE MESES
Bernardita Ruiz Díaz recuerda que los preparativos para la Semana Santa comienzan con mucha anticipación. Tenemos que juntar los huevos diariamente, como también el queso, porque debe ser viejo, explicó.
Para finalizar, Bernardita acotó que sus hermanos Pedro Ramón, quien vive en Arroyos y Esteros, y Patricio, hoy en Lambaré, también siguen con la tradición familiar en la preparación del chipá.